Colombia logró un avance destacado en la agenda climática internacional al convertirse en el primer país seleccionado para desarrollar un proyecto piloto financiado por The Journey Fund, una iniciativa global que busca movilizar recursos por hasta 200 millones de dólares para apoyar acciones de transición energética en países del Sur Global. En la COP30, realizada en Brasil, se confirmó que Colombia recibirá 100 millones de dólares, es decir, la mitad del monto total previsto por el fondo.
Este financiamiento, liderado por la firma internacional Bridging Ventures, posiciona a Colombia como un ejemplo para la región y el mundo en la implementación de políticas de transición energética justa y en la adopción de tecnologías limpias. La ministra de Ambiente, Irene Vélez Torres, destacó que desde el inicio del gobierno actual se estableció como prioridad avanzar hacia una economía más sostenible, y que estos recursos permitirán acelerar proyectos ya formulados y fortalecer la ruta hacia una matriz energética menos dependiente de combustibles fósiles.
The Journey Fund se presenta como un instrumento financiero innovador que combina capital público, privado y filantrópico para impulsar transformaciones profundas en materia de energía limpia. Su enfoque se basa en promover el empleo sostenible, estimular la innovación tecnológica y fortalecer las regiones más vulnerables al impacto del cambio climático. La experiencia colombiana servirá como modelo replicable para otras naciones del Sur Global interesadas en adoptar procesos similares de transición energética.
El lanzamiento oficial del fondo contó con la participación de figuras clave del sector ambiental y energético, entre ellos Dylan Malloy, director de Bridging Ventures; Andrés Mogro, de Fundación Avina; Alex Rafalowicz, líder de la Iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles; y Andrés Patiño, encargado de nuevos negocios de Fenoge. Todos coincidieron en que la colaboración internacional será esencial para enfrentar los retos climáticos actuales y avanzar hacia sistemas energéticos más equitativos y sostenibles.
Con esta inversión, Colombia se consolida como un actor protagónico en la transformación energética de la región, reforzando su compromiso con la acción climática y con el desarrollo de soluciones que no solo mitiguen los impactos ambientales, sino que también promuevan bienestar y oportunidades para las comunidades.




