Durante el primer semestre de 2025, más de 1,45 millones de personas fueron víctimas de emergencias humanitarias en Colombia, según el último informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (Ocha). Esta alarmante cifra representa cuatro veces más que el número reportado durante el mismo periodo de 2024, lo que evidencia una intensificación de la crisis que golpea con fuerza diversas regiones del país.
El documento de la Ocha señala que el conflicto armado, el desplazamiento forzado, los confinamientos y los desastres naturales se han combinado para generar una situación sin precedentes, particularmente en zonas como el Catatumbo, el Pacífico, la Orinoquía y la frontera con Venezuela. En estos territorios, la presencia de grupos armados como el ELN, las disidencias de las FARC y otros actores ilegales ha desencadenado más de 100 desplazamientos masivos, afectando directamente a más de 170.000 personas.
Colombia, entre los países con más desplazados en el mundo
El Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés) indicó que Colombia se convirtió en 2025 en el país con más desplazados en América y el tercero a nivel mundial, solo por detrás de Sudán y Siria. Departamentos como Norte de Santander, Cauca, Chocó, Bolívar, Antioquia y Nariño han soportado el mayor impacto de esta ola de violencia, al tiempo que se han incrementado las denuncias por amenazas, tortura, uso de explosivos y combates en zonas anteriormente estables, como la región Amazónica-Orinoquía.
El informe también advierte que la capacidad de respuesta institucional es muy limitada, ya que el Plan de Respuesta a Prioridades Comunitarias de la Ocha apenas ha conseguido el 16 % del financiamiento requerido para 2025. Esto profundiza la brecha entre las necesidades de las comunidades afectadas y los recursos disponibles para atenderlas de manera efectiva.
El clima extremo intensifica la emergencia en zonas vulnerables
A la ya grave situación provocada por el conflicto armado, se suma el impacto de los desastres naturales. Inundaciones y lluvias extremas han afectado fuertemente a departamentos como Antioquia, Nariño, Arauca y Amazonas, donde más de 22.600 personas resultaron damnificadas por la simultaneidad de emergencias, según el reporte de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
La temporada de lluvias de 2025 causó estragos en 754 municipios de 31 departamentos, afectando directamente a más de 168.500 familias en todo el país. En regiones como La Mojana, en el Caribe colombiano, el desbordamiento del río Cauca dejó más de 30.000 damnificados, lo que ilustra la magnitud de la crisis ambiental que se vive.
Una emergencia nacional que exige coordinación y acción urgente
El aumento dramático de las víctimas por causas humanitarias en Colombia demuestra que el país enfrenta una emergencia multidimensional que exige respuestas coordinadas entre el Estado, organismos internacionales y gobiernos locales. La superposición de factores como la violencia armada, los desplazamientos, las lluvias extremas y la falta de recursos ha generado un entorno donde millones de personas viven en condiciones de altísima vulnerabilidad sin acceso a una protección efectiva.
La expansión de las zonas afectadas, especialmente en regiones que antes no reportaban conflictos o emergencias similares, es una señal clara de que el problema se está extendiendo y diversificando. Colombia necesita actuar con urgencia, mejorar la inversión en prevención, fortalecer su red de atención humanitaria y asegurar los recursos necesarios para proteger a las comunidades más vulnerables. De no hacerlo, el país podría enfrentar una crisis aún más profunda e incontrolable en los próximos meses.




