El Gobierno de Colombia ha llamado este lunes a consultas a su embajador en Estados Unidos tras una escalada sin precedentes en la tensión diplomática con Washington. La medida responde a las declaraciones del presidente estadounidense, quien acusó al mandatario colombiano de facilitar el narcotráfico y anunció la imposición de nuevos aranceles y el cese de toda ayuda financiera al país.
Las acusaciones estadounidenses vinieron acompañadas de la amenaza de una intervención directa si no se reducen los cultivos ilegales y se frena el comercio de estupefacientes. El Gobierno colombiano rechazó de inmediato las acusaciones, calificándolas como “una grave violación de nuestra soberanía” y advirtió que recurrirá a instancias internacionales para defender la dignidad del país.
El presidente colombiano, por su parte, respondió que él ha sido “el principal enemigo del narcotráfico en el siglo XXI” en el país y acusó a su homólogo de desconocer la realidad y de promover una visión intervencionista. También señaló que la cooperación tradicional con EE.UU. no debe convertirse en una excusa para menoscabar la independencia de Colombia.