La Selección Colombia se juega este jueves un partido decisivo que podría sellar su clasificación al Mundial de Norteamérica 2026. Con 22 puntos y ubicada en la sexta posición de la tabla de las Eliminatorias Sudamericanas, la Tricolor necesita una victoria frente a Bolivia en el estadio Metropolitano de Barranquilla para asegurar su presencia en la cita mundialista.
El director técnico Néstor Lorenzo presentó una nómina con varias novedades y, entre los convocados, dos nombres concentran la atención. El primero es Luis Díaz, figura del Bayern de Múnich y actual máximo goleador de las Eliminatorias con siete tantos, quien liderará el frente ofensivo del equipo. Su velocidad, desequilibrio y capacidad de definición serán claves para romper la defensa boliviana y encaminar el triunfo.
La otra gran noticia es el regreso de Dayro Moreno al combinado nacional tras ocho años de ausencia. El delantero del Once Caldas, próximo a cumplir 40 años, vive un presente brillante y llega como goleador de la Copa Sudamericana, con ocho anotaciones en la actual edición. Su experiencia y eficacia lo convierten en una pieza importante para potenciar el ataque colombiano, que en los últimos partidos ha mostrado dificultades para concretar las opciones de gol.
El seleccionador Lorenzo confía en que la combinación de juventud y experiencia en la delantera dé resultados. Además, el estratega argentino destacó la importancia del apoyo de la hinchada barranquillera para conseguir un triunfo clave en el camino a la clasificación. “Sabemos lo que nos jugamos. Los jugadores están motivados y queremos darle una alegría al país”, afirmó el técnico.
Colombia llega a este compromiso luego de empatar en su último partido ante Uruguay, mientras que Bolivia ocupa el penúltimo lugar en la tabla y buscará sumar puntos para mantener vivas sus opciones de clasificación. Sin embargo, la Tricolor parte como favorita y dependerá de su efectividad para confirmar el boleto al Mundial.
El pitazo inicial será a las 6:00 p.m., en un Metropolitano que se espera lleno, con una afición dispuesta a alentar sin descanso. La ilusión de volver a una Copa del Mundo está más viva que nunca, y una victoria ante Bolivia podría sellar la fiesta.

