El eventual uso de la fuerza por parte del Gobierno de Donald Trump contra el régimen de Nicolás Maduro vuelve a poner a Colombia en el centro del debate diplomático regional. El analista en política exterior Víctor Mijares señaló que, ante una operación militar estadounidense, el presidente Gustavo Petro estaría obligado a fijar una postura clara, aunque sus cambios frecuentes de posición generan incertidumbre sobre cuál sería su reacción.
El rechazo de Washington a la propuesta de Maduro de abandonar el poder tras dos años de transición —filtrada por funcionarios al New York Times— marcó el cierre de contactos exploratorios liderados por la Casa Blanca. El mandatario venezolano incluso habría ofrecido ventajas petroleras a compañías estadounidenses como parte de una negociación.
Mientras tanto, Trump mantiene activa la operación “Lanza del Sur”, que implica un amplio despliegue naval en el Caribe con el portaaviones USS Gerald R. Ford y miles de militares. Hasta ahora, las fuerzas estadounidenses han ejecutado más de 20 ataques contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico.
Mijares considera poco probable una invasión terrestre, aunque no descarta acciones puntuales. Sobre Colombia, afirma que Petro podría inclinarse a respaldar diplomáticamente a Venezuela, aunque algunas decisiones recientes del gobierno colombiano han dejado dudas sobre su alineamiento.
Respecto al papel internacional, el experto subrayó que aliados de Maduro como Rusia, China, Irán, Cuba o Nicaragua se han mantenido al margen, mientras países como México y Brasil evitan posiciones firmes para no quedar asociados con el chavismo. El panorama, dice, refleja una región dividida ante la presión militar estadounidense.




