El emblemático puente Calicanto, ubicado en Caloto, Cauca, se desplomó finalmente, tal como se había advertido durante años. Esta estructura, que ha sido un símbolo de la región, cedió ante el paso del tiempo y la falta de intervenciones efectivas. Lo más indignante para la comunidad no es solo la caída del puente, sino la cadena de promesas incumplidas y proyectos que nunca llegaron a materializarse.
Frustración
Desde 2022, se hablaba de la necesidad urgente de restaurar el puente Calicanto, una obra histórica de gran importancia para la conexión vial en la región. En 2023, el Instituto Nacional de Vías (INVIAS) presentó estudios y diseños sobre la restauración del puente, asegurando que los recursos para su intervención estaban garantizados. Sin embargo, a pesar de los anuncios, la obra nunca se ejecutó.
Durante el mismo año, INVIAS confirmó que en 2024 se destinarían 2.000 millones de pesos para la recuperación del puente, proyectando que los trabajos comenzarían en 2025. Sin embargo, el puente no esperó más. Su colapso ocurrió antes de que se moviera una sola piedra para intentar salvarlo, dejando a la comunidad de Caloto y a la región del Cauca sumida en la frustración por la falta de acción de las autoridades.
El colapso del puente Calicanto pone en evidencia la grave falta de atención a las infraestructuras clave de la región, que han sido ignoradas durante años a pesar de los anuncios y promesas. Ahora, los habitantes de Caloto enfrentan la realidad de un colapso estructural que podría afectar gravemente la movilidad y la conexión con otras áreas del Cauca, mientras esperan que las autoridades tomen medidas efectivas para solucionar esta crisis.




