El Club Faraones de Pitalito ha iniciado una nueva etapa en su proceso deportivo con miras a la temporada 2025 del Campeonato Nacional de Fútbol de Salón. Desde el lunes 1 de junio y hasta el jueves 3 de junio, el Coliseo de Deportes y Espectáculos de Pitalito fue el escenario donde decenas de jóvenes talentos se dieron cita para participar en las veedurías convocadas por el cuerpo técnico del equipo.
El objetivo de esta jornada de observación fue claro: identificar jugadores que puedan reforzar la plantilla oficial, proyectar nuevas promesas del fútbol laboyano y construir una base sólida para la próxima temporada. Las pruebas, que iniciaron diariamente desde las 6:00 de la tarde, se desarrollaron con una importante asistencia de deportistas locales y de otras regiones del Huila.
Fichajes estratégicos
Mientras se cerraban las jornadas de observación, el club anunció también tres importantes fichajes que se suman al proyecto 2025. El primero fue Santiago Angulo, más conocido como “El Rolo”, jugador bogotano reconocido por su explosividad, técnica y visión de juego. Su llegada fue destacada por el equipo como un paso firme hacia la construcción de una plantilla más dinámica y competitiva.
El segundo refuerzo es Nelson Cardoso, quien llega cargado de disciplina, pasión y compromiso, cualidades que el cuerpo técnico considera fundamentales para aportar en cada partido.
El tercero es un viejo conocido en casa: Nicolás Ramírez Artunduaga, o simplemente “Burrito”, formado en las canchas laboyanas y ahora de regreso con la camiseta de Faraones. Su experiencia y sentido de pertenencia son elementos clave que el club resalta como vitales para consolidar la identidad del equipo.
Proyección ambiciosa
Con estas incorporaciones y el proceso de veedurías, Faraones de Pitalito reafirma su compromiso con un proyecto deportivo de largo aliento, que no solo busca resultados inmediatos, sino también posicionarse como un referente del fútbol de salón en el Huila y Colombia.
La estrategia del club se basa en combinar juventud y experiencia, integrando jugadores locales con trayectoria nacional, lo que genera un equipo equilibrado y comprometido con los objetivos colectivos.
Camino al título
Aunque el equipo aún no ha alcanzado un título nacional, su evolución es constante. Desde la dirigencia hasta el cuerpo técnico, todos coinciden en que 2025 podría ser el año de la consagración. Las acciones que adelanta la institución apuntan a crear una plantilla sólida, con espíritu competitivo y hambre de gloria.
La hinchada laboyana se mantiene expectante y motivada, apoyando un proyecto que crece con el tiempo, y que sueña con llevar el nombre de Pitalito a lo más alto del fútbol de salón colombiano.