Apoyo militar en Cartagena del Chairá

Familias que habían sido desplazadas por los combates entre disidencias regresaron a sus hogares.
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En el departamento de Caquetá, el conflicto entre las disidencias de las FARC ha llevado a un alarmante aumento del desplazamiento forzado. Más de 20 familias han abandonado sus hogares en la vereda El Guamo, en Cartagena del Chairá, debido a los intensos enfrentamientos entre las estructuras criminales lideradas por alias Iván Mordisco y alias Calarcá. Este panorama de violencia ha generado un clima de temor entre la población civil, que se ve atrapada en la lucha por el control territorial entre estas facciones.

Las ayudas por un clima de temor

La intervención de las Fuerzas Militares ha comenzado a mostrar resultados. Con la implementación de un dispositivo de seguridad reforzado, se ha logrado que decenas de familias retornen a sus hogares en un ambiente más seguro.

“Gracias a la seguridad brindada por las tropas, estas comunidades han podido regresar”, afirmó un portavoz militar. Con cerca de 280 efectivos desplegados en la región, se busca combatir la criminalidad y proteger a la población civil de extorsiones, homicidios y secuestros que han proliferado en los últimos meses.

La lucha

El Ejército Nacional ha intensificado sus operaciones ofensivas en el centro del Caquetá, con desembarcos de tropas y reposicionamiento estratégico en puntos críticos. Las autoridades han indicado que estas acciones son fundamentales para debilitar la presencia de los grupos al margen de la ley que han venido aterrorizando a las comunidades locales. “El despliegue militar no solo es una respuesta a la violencia, sino una garantía de que la población civil pueda vivir sin el miedo constante que han impuesto estas estructuras”, agregó la autoridad militar.

Desafíos

El contexto actual también se complica por la reciente decisión del gobierno nacional de frenar el cese al fuego con la disidencia de Iván Mordisco, manteniendo un acuerdo con Calarcá, quien aún mantiene un fuerte control sobre 1,700 hombres.

Los alcaldes y gobernadores de la región han manifestado su preocupación por la actividad criminal de este cabecilla, lo que pone en entredicho los esfuerzos por alcanzar una paz sostenible. La situación en el departamento es un reflejo de los retos que enfrenta Colombia en su búsqueda por la reconciliación, mientras las poblaciones continúan sufriendo las consecuencias de un conflicto que parece no tener fin.

La combinación de intervención militar y un enfoque renovado hacia la paz es crucial para restaurar la estabilidad en la región, pero se requiere un compromiso continuo para abordar las raíces del conflicto y garantizar un futuro más seguro para todos los colombianos.

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Pie de foto: Alias Iván Mordisco, líder del Estado Mayor Central, sindicado.


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