La actriz ítalo-tunecina Claudia Cardinale, una de las figuras más emblemáticas del cine europeo del siglo XX, murió el 23 de septiembre de 2025 en Nemours, Francia, rodeada de sus hijos. Tenía 87 años.
Orígenes y primeros pasos
Nacida el 15 de abril de 1938 en La Goulette, Túnez, en el seno de una familia siciliana, Cardinale creció hablando italiano, francés y árabe tunecino. Su entrada al mundo del cine fue casi accidental: ganó un concurso de belleza en Túnez a los 18 años, lo que le permitió ir al Festival de Cine de Venecia. Ahí fue descubierta, y ese momento cambió el rumbo de su vida.
Carrera brillante
Desde finales de los años 50, Cardinale se convirtió en musa de directores de la talla de Federico Fellini, Luchino Visconti y Sergio Leone. Algunos de sus papeles más recordados incluyen:
- Ocho y medio (8½) de Fellini, donde interpretó una presencia inolvidable.
- El gatopardo (Il Gattopardo) de Visconti, filme histórico que marcó época.
- Érase una vez en el Oeste (Once Upon a Time in the West) de Sergio Leone, donde su actuación dejó huella.
- Participaciones también en Hollywood y en producciones internacionales como La Pantera Rosa (The Pink Panther).
A lo largo de más de seis décadas de carrera, apareció en más de 100 películas, desarrollando personajes diversos y demostrando siempre una fuerza interpretativa singular. (
Obstáculos personales y su voz auténtica
La vida de Cardinale no estuvo exenta de dificultades. En su juventud sufrió un episodio traumático: fue víctima de violación y, como consecuencia, tuvo un hijo al que cuidó en silencio durante muchos años, presentándolo públicamente como si fuera su hermano menor.
También enfrentó presiones de la industria cinematográfica y momentos de marginación, especialmente después de separarse del productor Franco Cristaldi. En muchas ocasiones tuvo que luchar por mantener su carrera, y eligió roles que reflejaban su carácter libre, independiente y reivindicativo.
Legado y reconocimiento
Cardinale dejó un legado artístico que va más allá de su imagen de belleza. Se convirtió en símbolo de sensualidad mediterránea, pero también de fuerza femenina, de autenticidad y de compromiso con su arte. Estuvo activa incluso en los últimos años, participando en producciones europeas y manteniéndose presente en la memoria colectiva del cine y del público.
Fue reconocida con numerosos homenajes, premios de trayectoria y aplausos internacionales, tanto por su capacidad interpretativa como por su valentía para contar su vida sin filtros.
Algunos datos personales
- Nombre real: Claude Joséphine Rose Cardinale.
- Tuvo dos hijos: Patrick (nacido cuando ella tenía apenas 17-18 años) y Claudia, fruto de su relación con el cineasta Pasquale Squitieri.
- En sus últimos años residía en Francia.
El adiós final
Cardinale falleció en Nemours, cerca de París, “junto a sus hijos”, según anunció su agente. No se han divulgado públicamente las causas específicas de su muerte.
Su partida deja un gran vacío en el cine mundial, pero su obra perdura: sus películas siguen siendo observadas, estudiadas y admiradas, y su historia sirve también como inspiración de resiliencia, independencia y autenticidad artística.

