En un avance histórico para la medicina colombiana, el Hospital Internacional de Colombia (HIC), ubicado en Piedecuesta, Santander, realizó en nuestro país la primera cirugía de estimulación cerebral profunda (Deep Brain Stimulation o DBS en inglés) para tratar la depresión resistente. La paciente, identificada como Lorena Rodríguez, de 44 años, ha padecido de depresión y ansiedad durante casi dos décadas. Finalmente, después de tratamientos infructuosos, recibió el implante de cuatro electrodos en regiones específicas del cerebro con el fin de regular las funciones neuronales alteradas por su enfermedad.
Este procedimiento pionero, liderado por el neurocirujano William Ómar Contreras y un equipo multidisciplinario que incluyó neurólogos, psiquiatras, neuropsicólogos y epidemiólogos, implicó una evaluación médica exhaustiva durante años para diseñar una terapia personalizada basada en la conectómica cerebral, es decir, el mapa de conexiones neuronales único de cada paciente.
La cirugía duró seis horas y se realizó con la paciente despierta para calibrar en tiempo real los impulsos eléctricos que el neuroestimulador subcutáneo envía continuamente.
La técnica consiste en implantar cuatro electrodos en distintas áreas del cerebro, conectados a un dispositivo similar a un marcapasos que regula la actividad cerebral afectada por la depresión. El neuroestimulador es recargable y puede ser alimentado por la paciente desde su casa cada tres días, con una duración estimada de hasta 25 años, lo que representa un avance tecnológico significativo en el tratamiento de trastornos mentales severos.
Lorena Rodríguez llegó a la intervención después de 17 años de tratamientos convencionales fallidos, incluyendo antidepresivos, psicoterapias y otros métodos no invasivos.
El caso representa un ejemplo de depresión resistente, una condición en la que los tratamientos tradicionales no logran resultados satisfactorios. La cirugía de DBS ofrece una nueva esperanza para pacientes en situaciones similares, que constituyen una proporción considerable de quienes sufren depresión mayor a nivel mundial.
A nivel internacional, la estimulación cerebral profunda ha sido utilizada desde hace años para tratar enfermedades como el Parkinson y trastornos obsesivo-compulsivos, y más recientemente, para casos severos de depresión. Sin embargo, la incorporación de cuatro electrodos en lugar de dos, como se hizo en este caso colombiano, es una innovación que podría mejorar la precisión y eficacia del tratamiento.
Estudios científicos publicados en bases como SciELO respaldan la eficacia de la DBS en trastornos psiquiátricos resistentes, aunque aún se requieren más investigaciones para optimizar protocolos.




