Cintya Endera trae a Pasto un pasillo que une a Colombia y Ecuador

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La música tiene el poder de derribar fronteras, de tender puentes invisibles que trascienden los mapas y las diferencias. Bajo esta premisa, la gestora cultural, cantante y compositora colombo-ecuatoriana Cintya Endera llega a Pasto con un proyecto que promete emocionar y conectar corazones: “Carchi, cántame un pasillo: le canta con amor a Nariño”.

El evento se realizará el 19 de septiembre en la Casa de la Cultura de Nariño, un espacio que en los últimos años se ha consolidado como epicentro de la difusión artística en la región. Allí, artistas invitados del vecino departamento del Carchi (Ecuador) se unirán a músicos locales para interpretar pasillos y melodías que evocan las raíces culturales compartidas entre Colombia y Ecuador.

Hermandad

El pasillo, ese género nostálgico y entrañable, será el protagonista de la velada. Con sus acordes suaves y letras profundas, se convertirá en la excusa perfecta para celebrar la hermandad entre pueblos vecinos que, más allá de la línea divisoria, comparten historias, costumbres y sentimientos.

“La cultura y el arte son puentes que nos acercan. Con este proyecto quiero rendir homenaje a lo que somos como pueblos hermanos, unidos por la música y el amor a nuestras tradiciones”, señaló Endera en la antesala del concierto, destacando el carácter simbólico de este intercambio cultural.

El espectáculo no solo busca entretener, sino también enviar un mensaje de unidad. Los artistas del Carchi llegarán con la riqueza de su tradición musical, mientras que músicos de Nariño pondrán su sello con ritmos propios, logrando una fusión que evidencia que, en la diversidad, también hay encuentro.

Propuestas

Este evento se enmarca dentro de un movimiento más amplio que busca revitalizar el pasillo, un género que en ambas naciones ha acompañado generaciones y que hoy, gracias a propuestas como la de Endera, encuentra nuevos escenarios de proyección.

Además de la presentación musical, se espera que la noche esté cargada de anécdotas, relatos y momentos de interacción con el público, para recordar que la música no es solo interpretación, sino también memoria y resistencia cultural.

Con este concierto, la Casa de la Cultura de Nariño abrirá nuevamente sus puertas para reafirmar que el arte no conoce fronteras y que cuando las guitarras, las voces y las pasiones se encuentran, el resultado es un canto que nace desde lo más profundo del corazón de dos naciones hermanas.


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