La cineraria (Pericallis x hybrida) es una planta perfecta para cultivar en el interior de casa. Por la forma de sus flores se parece a la margarita, aunque comparten pocas cosas más aparte de su aspecto, ya que mientras que esta es una planta de exterior, sobria y resistente, la cineraria prefiere los interiores y es mucho más exigente a la hora de cultivarla.
El lugar perfecto para ella
Para conseguir la mejor ubicación para tu cineraria no basta con meterla dentro de casa. La cuestión es un poco más compleja, puesto que esta planta necesita ciertas condiciones para crecer feliz.
Para empezar ha de estar en un rincón muy luminoso, pero sin sol directo. Los rayos de sol podrían marchitar sus delicadas flores en pocos días. Le gusta más la luz indirecta e, incluso, está a gusto en semisombra.
Además, a la cineraria le van fatal los ambientes demasiado calurosos y recargados. El lugar ideal para cultivar esta planta sería una habitación luminosa, fresca y bien ventilada.
Protégela del frío
La temperatura es otra de las exigencias que te presentará la cineraria. Le va de maravilla crecer en espacios cálidos, con una temperatura de entre 20 y 23 º C, porque no soporta el frío.
Cuando las temperaturas bajan de 7 ºC la planta comienza a sufrir de forma considerable. No aguanta las heladas ni los descensos bruscos del termómetro, por lo que debes tenerlo en cuenta y trasladarla a un lugar protegido cuando el invierno alcance toda su crudeza.
El riego, moderado pero constante
Aunque no necesita un riego muy generoso, sino que prefiere un aporte constante de agua, no tolerará la sequía durante mucho tiempo por lo que debes estar vigilante y regar la cineraria cuando lo necesite. Es buena idea mantener el sustrato húmedo, al menos la capa más superficial, y tratar de regarla sin mojar sus hojas.
Cómo y cuándo plantar la cineraria
Si quieres disfrutar de unas bellas macetas de cinerarias llenas de flores la próxima primavera es ahora cuando tienes que sembrarlas. Para hacerlo debes plantar las semillas, entre finales del verano y principios de otoño, introduciéndolas en un semillero o contenedor con una mezcla de arena y turba.
Colócalas sobre el sustrato, sin enterrarlas apenas, y después compacta un poco la tierra. A continuación riega ligeramente. Si lo haces de esta manera no será difícil que germinen las semillas y dentro de unos 10 días surgirán unas pequeñas plantitas de cineraria. Cuando estas tengan dos o tres hojas ya formadas podrás trasplantarlas a una maceta.
El sustrato que mejor le va
Para cultivar la cineraria como planta de interior necesitarás poner en tus macetas sustrato universal y añadir también una buena cantidad de humus. Pero, además, es importante elegir un tipo de tierra que mantenga un buen drenaje para que no se encharquen las raíces, lo que sería muy perjudicial para la planta.
Cómo combatir las plagas que pueden afectarle
Uno de los riesgos que corren las plantas de las cinerarias, y que debes vigilar de cerca, es la aparición de plagas. En concreto de pulgones, los insectos más habituales a la hora de atacar esta planta de interior. Este problema suele darse cuando el ambiente es muy seco y hace calor.
La cineraria también se puede ver afectada por la mosca blanca. Sea cual sea la plaga que ataque a nuestra planta, lo mejor es poner remedio en cuanto detectemos los primeros insectos empleando un insecticida adecuado.




