Un gran susto se llevaron los habitantes del sector Capellanía ubicado en el municipio de Fúquene (Cundinamarca) debido a un accidente de tránsito.
Hechos
Al parecer el conductor de una camioneta color rojo se dirigía hacía Ubaté, pero nunca pensó que este viaje terminaría en tragedia.
Puesto que, un descuido a la hora de manejar, ocasionó que el conductor del carro perdiera el control del mismo y no pudiera estabilizarlo.
Lo fuerte
La tragedia ocurrió cuando en medio del susto y el tratar de estabilizar la camioneta, esta terminó chocando contra un poste de energía eléctrica.
El impacto fue tan fuerte, que el poste se cayó, dejando a su paso todos los cables por el piso. Como sería obvio, se fue la luz en todo el sector debido a este accidente.
Lo malo
Como si fuera poco, el carro terminó frenando en la fachada de un humilde hogar, contra una pared de ladrillo, despertando la angustia de todos los vecinos del sector.
Lo lamentable del caso, es que mientras el carro se movía sin control, alcanzó a empujar a cinco transeuntes, entre los que se encuentra Luis Bohórquez.
Según reportó la misma comunidad, por fortuna ninguna persona salió con lesiones de gravedad.
Por otro lado, al poco tiempo de ocurrido el accidente, llegó la Policía de Tránsito para hacerse cargo del hecho y durante el procedimiento, realizaron las preguntas de rutina a los implicados, especialmente al conductor de la camioneta, quien lamentó lo sucedido.
Peligro
Una de las vías más peligrosas de país, así es conocido el tramo entre los municipios de Zipaquirá (Cundinamarca) y Chiquinquirá (Boyacá), debido a los constantes accidentes de tránsito que se presentan.
Y es que en el último mes no ha habido semana en el que no se registre un siniestro vial, que en muchos de los casos deja víctimas fatales. Fallas mecánicas, excesos de velocidad, imprudencia, mal estado de las vías, falta de señalización, son solo algunas de las razones.
“Llama la atención que sobre esta misma vía, la Policía de Tránsito instala todos los días puestos de control, sin embargo, la pregunta que surge es si la presencia de los uniformados obedece más a un afán de sanción que la preocupación de prevenir el alto nivel de accidentalidad” indica Cristina Araque, habitante de la zona.

