En Colombia, la temporada de lluvias representa un riesgo creciente para millones de familias, con un promedio anual de más de 3.000 milímetros de precipitación en varias regiones y con un 26,8 % de viviendas en déficit habitacional (cerca de 4,9 millones de hogares según cifras del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio de Colombia y del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE),
Las zonas más expuestas a estas afectaciones son aquellas con infraestructura urbana insuficiente y las áreas rurales donde las viviendas carecen de protección frente a filtraciones y erosión. En estos entornos, la arquitectura cumple un papel decisivo en la prevención, una planificación adecuada puede mitigar los daños ocasionados por inundaciones y encharcamientos.
Aunque lo ideal sería no construir en esas zonas, la realidad social del país obliga en muchos casos a hacerlo, lo que hace indispensable aplicar soluciones técnicas como materiales resistentes al agua, sistemas de captación y reutilización de aguas lluvias o procesos de impermeabilización que fortalezcan la durabilidad de las edificaciones.
En este contexto, Graphisoft, líder mundial en soluciones de diseño arquitectónico, comparte cinco recomendaciones prácticas para que las familias refuercen sus hogares y optimicen recursos frente a los desafíos de la temporada:
- Revisar techos y canaletas. Inspeccionar tejas, bajantes y canaletas para detectar grietas, obstrucciones o filtraciones que puedan ocasionar daños estructurales.
- Asegurar tuberías y desagües. Verificar el estado de tuberías internas y externas ayuda a prevenir inundaciones y acumulación de agua en las viviendas.
- Optimizar el drenaje del terreno. Mantener limpias las zanjas y pendientes cercanas a la vivienda reduce el riesgo de inundaciones y erosión.
- Preparar espacios internos. Organizar muebles y objetos en zonas elevadas protege pertenencias ante eventuales filtraciones.
- Planificar mejoras con BIM. El uso de metodologías BIM permite simular cambios y reforzamientos en techos, drenajes y estructuras antes de realizarlos, evitando errores y sobrecostos.
«Cada medida, desde revisar techos y canaletas hasta asegurar drenajes y reorganizar espacios internos, contribuye a cuidar la vivienda y proteger a las familias durante la temporada de lluvias. Y cuando esas acciones se convierten en mejoras o transformaciones más profundas, el uso de BIM permite el diseño con un nivel de detalle, que los métodos convencionales (2D) no logran visualizar, evitando errores y anticipando el desempeño real del proyecto, logrando hogares más seguros y eficientes», asegura Patricio Zapata, Customer Success Manager Latam de Graphisoft.
Así, la combinación de acciones preventivas, buenas prácticas de diseño y el uso de herramientas tecnológicas se convierte en la mejor estrategia para enfrentar los riesgos de la temporada de lluvias. Cada año, miles de familias deben destinar una parte significativa de sus ingresos a reparar daños que pudieron evitarse con una preparación adecuada. Incorporar hábitos de mantenimiento y planificación no solo reduce costos inesperados, también prolonga la vida útil de las viviendas y eleva su valor en el tiempo.
En un país con alta exposición a fenómenos climáticos, anticiparse y apoyarse en soluciones técnicas y tecnológicas deja de ser una opción y se convierte en una inversión esencial para proteger la seguridad, la economía y el bienestar de los hogares colombianos.




