Un estudio internacional dirigido por investigadores de la ETH Zürich ha dado un paso importante para resolver un misterio volcánico: por qué algunos volcanes con magma muy rico en gases no explotan, sino que expulsan lava de forma tranquila.
¿Qué encontró la investigación?
- Los científicos demostraron que las fuerzas de cizallamiento (fricción dentro del conducto volcánico) pueden generar burbujas de gas incluso sin que disminuya la presión externa.
- Cerca de las paredes del conducto —donde el magma se desplaza más lentamente y hay más fricción— se forman burbujas que se adhieren y, con el tiempo, facilitan la aparición de otras más.
- Estas burbujas pueden fusionarse y crear “canales” por los que el gas se escapa antes de llegar a la superficie, lo que permite que el magma se desgasifique y fluya como lava fluida en lugar de explotar.
Ejemplos reales
El estudio cita volcanes como el Monte St. Helens, donde la erupción de 1980 comenzó con una salida lenta de lava antes de volverse explosiva.
Precisamente, los científicos usarion sus modelos para explicar cómo, en situaciones así, los gases pueden liberarse gradualmente gracias a esos canales formados en el interior del volcán.
Implicancias para la predicción de erupciones
- Este descubrimiento desafía los modelos tradicionales, que solo consideraban la presión como factor clave para la formación de burbujas explosivas.
- Incorporar estas fuerzas internas (cizallamiento) en los modelos de riesgo volcánico podría permitir predecir con mayor precisión qué tipo de erupción podría tener un volcán activo.
- Con esta nueva perspectiva, los científicos podrían anticipar mejor la peligrosidad de ciertas erupciones y mejorar las medidas de prevención para las poblaciones cercanas.
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