Un equipo de investigadores de la University of South Florida (USF) identificó un punto de inflexión atmosférico que ha impulsado el crecimiento de grandes cinturones de algas flotantes (sargazo) en el Atlántico, que llegan masivamente a las costas del Caribe y Florida. Hasta ahora se consideraba que los nutrientes procedentes de ríos como el Congo, Amazonas o Mississippi eran los principales responsables, pero el estudio indica que la mezcla vertical del océano —activada por cambios en la presión atmosférica y los vientos— está llevando nutrientes del fondo al nivel superficial, promoviendo la proliferación de sargazo en aguas cálidas tropicales.
Este fenómeno tiene impactos múltiples: afecta al turismo, produce gases tóxicos como sulfuro de hidrógeno al descomponerse, plantea riesgos de salud pública (por ejemplo, por bacterias como Vibrio) y perturba los ecosistemas costeros. Las autoridades de países afectados han tratado con urgencia la situación; el nuevo hallazgo ofrece una hoja de ruta para mejorar modelos predictivos y estrategias de mitigación. Además, resalta cómo cambios climáticos y dinámicas oceánicas interconectadas están provocando efectos ecológicos que trascienden los naufragios tradicionales del plástico o la contaminación visible.




