Un equipo internacional de físicos ha logrado construir un “detector cuántico de mentiras” que permite verificar si un sistema cuántico —como una computadora cuántica— está realmente operando bajo principios cuánticos o simplemente imitando ese comportamiento.
El experimento se realizó con un sistema que incluye hasta 73 qubits. Los investigadores aplicaron una variante del llamado “test de Bell” —una prueba de correlaciones cuánticas— con el fin de medir propiedades que no pueden explicarse bajo la lógica de un sistema clásico. En este caso, detectaron correlaciones que violaban los límites permitidos para sistemas clásicos, con una desviación estadística tan elevada que descarta que el resultado sea mera casualidad.
En particular, desarrollaron estados cuánticos de “muy baja energía” que no podrían generarse en un sistema clásico. La diferencia registrada fue equivalente a 48 desviaciones estándar, lo cual refuerza la certeza de que el comportamiento observado es auténticamente cuántico.
Además, el equipo fue más allá: certificó una forma más exigente de correlación cuántica llamada correlación de Bell multipartita genuina (genuine multipartite Bell correlations), en la que múltiples qubits actúan de manera entrelazada a nivel cuántico. Lograron demostrar este tipo de correlaciones en sistemas de hasta 24 qubits.
El logro representa un avance importante: no se trata sólo de aumentar la cantidad de qubits en los dispositivos cuánticos, sino de tener herramientas para certificar que esos dispositivos sí aprovechan fenómenos cuánticos reales. Esto refuerza la confiabilidad de futuras aplicaciones en comunicaciones cuánticas, criptografía y algoritmos cuánticos más seguros.
En resumen, este “detector cuántico de mentiras” representa un paso decisivo para garantizar que los dispositivos cuánticos del futuro no solo parezcan “cuánticos”, sino que lo sean de verdad.




