Ataque inesperado bajo el mar
Mauricio Hoyos, reconocido científico marino mexicano, sobrevivió a la mordida de un tiburón en la cabeza mientras realizaba investigaciones en la isla del Coco, Costa Rica.
El ataque ocurrió el sábado, cuando Hoyos descendía a 37 metros de profundidad para marcar tiburones de Galápagos con fines de conservación.
El momento del ataque
Tras incrustar una marca en la aleta dorsal de un tiburón de 2,7 metros, el animal se abalanzó contra él y lo mordió en la cabeza.
“Mi cráneo estuvo dentro de su boca un segundo”, relató Hoyos desde un hospital en San José. El tiburón luego lo liberó y se alejó.
Heridas y rescate
El ataque le dejó 27 heridas, una por cada diente que se hundió en su piel. Recibió puntos en el cuero cabelludo y presentaba lesiones en la mandíbula.
El tiburón también cortó las mangueras de aire de su equipo, obligando al científico a ascender lentamente mientras perdía sangre y oxígeno. Fue rescatado por su equipo en la superficie.
Experiencia y conservación
Hoyos dirige la organización conservacionista Pelagios Kakunjá y tiene más de 30 años de experiencia estudiando tiburones blancos, tigre y martillo. Nunca antes había sido mordido.
Alex Antoniou, director de Fins Attached Marine Research and Conservation, destacó su reacción serena: “Entiende el comportamiento de los tiburones. Es la naturaleza silvestre, impredecible”.
Un encuentro extraordinario
El científico interpretó la mordida como una reacción defensiva de la hembra marcada. “El tiburón estaba asustado, no fue su culpa”, explicó.
Hoyos continuará su recuperación en Costa Rica, mientras su experiencia se convierte en un recordatorio del delicado equilibrio entre investigación, riesgo y conservación marina.Ataque inesperado bajo el mar
Mauricio Hoyos, reconocido científico marino mexicano, sobrevivió a la mordida de un tiburón en la cabeza mientras realizaba investigaciones en la isla del Coco, Costa Rica.
El ataque ocurrió el sábado, cuando Hoyos descendía a 37 metros de profundidad para marcar tiburones de Galápagos con fines de conservación.
El momento del ataque
Tras incrustar una marca en la aleta dorsal de un tiburón de 2,7 metros, el animal se abalanzó contra él y lo mordió en la cabeza.
“Mi cráneo estuvo dentro de su boca un segundo”, relató Hoyos desde un hospital en San José. El tiburón luego lo liberó y se alejó.
Heridas y rescate
El ataque le dejó 27 heridas, una por cada diente que se hundió en su piel. Recibió puntos en el cuero cabelludo y presentaba lesiones en la mandíbula.
El tiburón también cortó las mangueras de aire de su equipo, obligando al científico a ascender lentamente mientras perdía sangre y oxígeno. Fue rescatado por su equipo en la superficie.
Experiencia y conservación
Hoyos dirige la organización conservacionista Pelagios Kakunjá y tiene más de 30 años de experiencia estudiando tiburones blancos, tigre y martillo. Nunca antes había sido mordido.
Alex Antoniou, director de Fins Attached Marine Research and Conservation, destacó su reacción serena: “Entiende el comportamiento de los tiburones. Es la naturaleza silvestre, impredecible”.
Un encuentro extraordinario
El científico interpretó la mordida como una reacción defensiva de la hembra marcada. “El tiburón estaba asustado, no fue su culpa”, explicó.
Hoyos continuará su recuperación en Costa Rica, mientras su experiencia se convierte en un recordatorio del delicado equilibrio entre investigación, riesgo y conservación marina.
Fuente:
https://www.nytimes.com/es/2025/10/01/espanol/ciencia-y-tecnologia/biologo-mexicano-mordida-tiburon-costa-rica.html?smid=whatsapp-nytes




