El departamento de Nariño se ha consolidado como uno de los escenarios más atractivos para el ciclismo en Colombia. Su geografía montañosa, su clima variado y la riqueza de sus paisajes hacen de esta región un destino ideal tanto para ciclistas aficionados como para corredores de alto rendimiento.
Entre las rutas más reconocidas se encuentran:
El Alto de Daza: un ascenso emblemático a pocos minutos de Pasto, que se ha convertido en el punto de entrenamiento de decenas de ciclistas locales y visitantes.
La vía a la Laguna de la Cocha: una ruta que combina exigencia física con paisajes imponentes, atravesando bosques nublados y carreteras que desembocan en uno de los lugares más turísticos de Nariño.
El camino hacia Sandoná y Consacá: famoso por sus descensos técnicos y el contacto directo con la naturaleza y la tradición cafetera de la región.
El reto hacia el Galeras: una ruta exigente, que sube por las faldas del volcán y permite vistas panorámicas de Pasto y sus alrededores.
El auge del ciclismo en Nariño no solo fortalece el deporte, sino que también impulsa el turismo local. Cada vez más visitantes llegan al departamento con sus bicicletas para vivir la experiencia de recorrer estas rutas. Además, competencias como la Clásica a Nariño y la participación de ciclistas nariñenses en pruebas nacionales e internacionales han posicionado a la región en el mapa del ciclismo colombiano.
A nivel recreativo, son cientos los ciclistas que cada fin de semana se reúnen en Pasto y sus alrededores para rodar en grupo, compartiendo la pasión por un deporte que combina salud, esfuerzo y naturaleza.
El ciclismo en Nariño, más que un deporte, se ha convertido en una forma de vida que conecta a las personas con su tierra y fomenta el respeto por el medio ambiente.
