‘Chorro San Camilo’ en Popayán

Podrían estar hablando de uno de los primeros sistemas de acueducto de la ‘ciudad blanca’.
[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

En la ciudad de Popayán está el primer chorro público documentado arqueológicamente, su descubrimiento se hizo durante las obras de mejoramiento de la calle 10 con carrera 8 de lo que actualmente se conoce como el barrio San Camilo. Tiene un estilo colonial, su construcción data del siglo XIX y su restauración se hizo por aproximandamente 420 millones de pesos.

Lea aquí: No hay espacios para la exhibición del arte en Popayán

“El hallazgo arqueológico es de vital importancia para la historia de la ciudad. Este tipo de descubrimientos nos permite comprender cómo las comunidades de esa época vivían, construían sociedad y se abastecían de agua”, puntualizó Martha Hernández, arqueóloga que hizo el descubrimiento del chorro. 

En aquellos tiempos, el acceso a este importante recurso hídrico era limitado, por lo que la gente dependía de fuentes naturales cercanas para poder obtenerlo y usarlo para sus necesidades diarias.

La historia relata que por los años de 1828 los habitantes de la ciudad les protestaron a los gobernantes de la época por una fuente de agua salubre, lo que propicio la construcción del chorro en mención, que era un sistema de canalización y distribución de agua, por lo que podrían estar hablando de uno de los primeros sistemas de acueducto de la ciudad.

Este chorro es el testimonio de cómo las personas de esa época se organizaban para obtener agua, su ubicación estratégica indica como las comunidades habían identificado buenas fuentes de agua en los cerros orientales aledaños a la ‘ciudad blanca’ y desarrollaron una infraestructura para poder aprovecharla.

Además, el chorro representa un testimonio tangible de la ingeniería y la arquitectura del siglo XIX. Su construcción demuestra la habilidad técnica y conocimiento práctico de quienes lo diseñaron y construyeron. Estos descubrimientos arqueológicos permiten apreciar la labor de las generaciones pasadas y reconocer su contribución al desarrollo de la sociedad.

Actualmente, se hizo un intento por restaurar y poner al servicio de la comunidad el vestigio como bien patrimonial. La puesta en escena, recubierta por una gran ventana de vidrio conserva estructuras arqueológicas y arquitectónicas que narran la memoria de Popayán.


Compartir en

Te Puede Interesar