La Administración del Ciberespacio de China (CAC), principal regulador de Internet en el país asiático, anunció una campaña de dos meses dirigida a redes sociales con el fin de combatir lo que denomina “incitación maliciosa al conflicto” y “visiones negativas de la vida”.
Según el comunicado oficial, el objetivo será regular la difusión de contenidos considerados dañinos, como la promoción de la violencia, la difusión de rumores sobre la economía, las finanzas, el bienestar social y las políticas públicas, así como publicaciones que transmitan “hastío del mundo” o corrientes catalogadas como “perversas”.
Antecedentes y sanciones
El anuncio se produce poco después de que la CAC sancionara a tres de las plataformas digitales más populares del país: Weibo (microblogging), Kuaishou (videos cortos) y Xiaohongshu (conocida internacionalmente como Rednote e identificada como equivalente a Instagram).
El regulador acusó a estas compañías de descuidar sus obligaciones de moderación, dando mayor protagonismo a contenidos de celebridades y a lo que denominó información “indeseable”. Aunque no se especificaron las medidas exactas, se advirtió que incluirán “acciones disciplinarias y punitivas”.
Estricto control digital
China mantiene uno de los sistemas de control digital más estrictos del mundo. Las redes sociales están obligadas a implementar equipos de moderación que censuren contenidos considerados subversivos, vulgares o pornográficos, en línea con las políticas del Partido Comunista.
Con esta nueva campaña, que no tiene fecha de inicio definida, Pekín refuerza su estrategia de control ideológico en Internet y reafirma su intención de limitar cualquier discurso que cuestione la estabilidad social o política del país.




