Pekín y Washington avanzan en su relación comercial tras semanas de negociaciones; el suministro de tierras raras y la eliminación de restricciones, en el centro del pacto.
China confirmó este viernes que alcanzó un acuerdo comercial con Estados Unidos, tras intensas negociaciones que incluyeron reuniones en Ginebra y Londres. Como parte del entendimiento, Washington se comprometió a eliminar una serie de medidas restrictivas, mientras que Pekín anunció que revisará y aprobará los artículos sometidos a controles de exportación.
Uno de los temas clave para Estados Unidos fue el acceso estable a tierras raras, materiales fundamentales para industrias estratégicas como la fabricación de baterías eléctricas, turbinas eólicas y sistemas de defensa. China, que domina el mercado mundial de estos minerales, había impuesto en abril nuevas licencias de exportación, lo que fue interpretado como una respuesta directa a los aranceles implementados por el expresidente Donald Trump.
En mayo, ambas potencias acordaron en Ginebra reducir temporalmente las tarifas mutuas aplicadas a sus productos. China también prometió suavizar algunas contramedidas no arancelarias, aunque autoridades estadounidenses acusaron posteriormente al país asiático de incumplir parcialmente el pacto, al ralentizar la aprobación de las licencias de exportación.
Tras nuevas conversaciones celebradas este mes en Londres, se estableció finalmente un marco de trabajo conjunto que busca avanzar en el consenso alcanzado en Ginebra y evitar una nueva escalada de tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo.
