Shanghái confinará a toda su población. Es la decisión tomada por las autoridades del país ante el incremento de los contagios producidos por la variante Ómicron de la COVID-19, que ha provocado un repunte en todo el país. La capital financiera de China cumplirá con un confinamiento que se realizará en dos fases de nueve días.
La primera fase se llevará a cabo entre los días desde el 28 marzo hasta el próximo 1 de abril. Un confinamiento que afectará a los habitantes residentes en la orilla este del río Huangpu. La segunda fase, estará vigente hasta el 5 de abril, y afectará al resto de la población.
Durante este periodo de confinamiento, los 26 millones de habitantes de Shanghái no podrán salir de sus domicilios, a excepción de los trabajadores esenciales de la ciudad.
De esta manera, será obligatorio el teletrabajo para los trabajadores que desarrollen su labor profesional en sectores considerados no esenciales.
Los empleados que entreguen comida y suministros a domicilio podrán realizar su labor, aunque no podrán entrar en los edificios residenciales. Por otra parte, se ha cortado el acceso por carretera a la ciudad, del mismo modo que se ha suspendido el servicio ofrecido por vehículos privados y la actividad del transporte público.



