En un movimiento que marca un nuevo capítulo en la política exterior china, el gobierno del gigante asiático anunció la eliminación del requisito de visa para ciudadanos de cinco países de América del Sur, permitiendo estancias de hasta 30 días por motivos de turismo, negocios o visitas personales. Esta decisión se interpreta como una señal estratégica de acercamiento e integración, no solo en lo económico, sino también en lo cultural y diplomático.
La medida refleja un gesto de confianza mutua y un interés por fortalecer la cooperación con la región.
¿Qué países reciben este beneficio?
Desde junio de 2025, Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay disfrutan de la exención de visa para ingresar a China. Los ciudadanos de estos países pueden viajar con solo su pasaporte nacional, sin necesidad de trámites adicionales, lo que facilita enormemente el intercambio comercial, educativo y turístico.
Esta medida, de carácter temporal por un año, forma parte de una política más amplia de China para estrechar lazos con América Latina, reforzada por la Cumbre China–CELAC realizada en Beijing, donde se anunció una inversión de 10.000 millones de dólares en proyectos de infraestructura regional, vinculados a la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Colombia no está en la lista, pero avanza en acercamientos
A pesar de haber firmado su adhesión oficial a la Iniciativa de la Franja y la Ruta en mayo de 2025, Colombia no fue incluida en la primera ronda de exención de visas. Según analistas diplomáticos, esto se debe a que, si bien las relaciones bilaterales entre Bogotá y Beijing han mejorado, aún no alcanzan la profundidad estratégica que tienen con los países ya beneficiados.
El reto para Colombia es escalar sus relaciones comerciales y políticas con China para entrar en futuras fases del programa.
Un llamado a fortalecer los vínculos bilaterales
La exclusión de Colombia representa una oportunidad para reforzar su presencia en el escenario asiático. Con un comercio bilateral que crece de forma sostenida y el interés por atraer inversión en sectores estratégicos, el país debe enfocar sus esfuerzos diplomáticos en ampliar el diálogo político y técnico con el gobierno chino.
La exención de visado no solo facilita el turismo, sino que abre puertas a oportunidades de inversión, cooperación científica y acceso a mercados. En un mundo cada vez más interconectado, Colombia no puede quedarse atrás.




