“Estamos ante una generación de hombres jóvenes inviables económica y emocionalmente… y necesitan nuestra ayuda”.
La advertencia proviene de Scott Galloway, profesor de la Universidad de Nueva York y uno de los intelectuales públicos más escuchados en temas de economía, tecnología y sociedad. Pero esta vez no habla de empresas ni de inteligencia artificial, sino de algo más urgente y silencioso: la crisis de los hombres jóvenes.
Las cifras lo respaldan. En comparación con las mujeres jóvenes, los varones muestran peores resultados académicos, menores ingresos, más aislamiento emocional y un marcado descenso en la actividad sexual. “Los chicos no están bien”, resume Galloway, quien acaba de lanzar el pódcast Lost Boys (“Chicos perdidos”) para abordar esta problemática desde una óptica empática pero crítica.
El profesor se ha convertido en una voz influyente en este nuevo debate sobre masculinidad y bienestar. Tanto es así que ahora asesora al Partido Demócrata de EE.UU. sobre cómo conectar con los hombres jóvenes, un segmento del electorado que muchos partidos han ignorado y que, sin embargo, es cada vez más vulnerable al desencanto y a los discursos extremos.
En breve, Galloway también publicará Notes on Being a Man (“Apuntes sobre ser hombre”), un libro en el que reflexiona sobre qué significa hoy ser varón en un mundo que ha cambiado radicalmente las reglas del juego social, económico y afectivo.
Su mensaje es claro: no se trata de nostalgia ni de victimismo, sino de una necesidad urgente de reconectar con millones de jóvenes que se sienten perdidos. Y de ofrecerles no solo comprensión, sino dirección.




