El cese bilateral al fuego entre el gobierno y las disidencias de las FARC en el Cauca es un paso importante para la búsqueda de la paz en la región. Este acuerdo marca el primer paso hacia las negociaciones de paz que se esperan instaurar.
El Cauca ha sido una región históricamente afectada por el conflicto armado en Colombia. Durante décadas, el departamento ha sufrido los horrores de la violencia, el desplazamiento forzado, la presencia de grupos armados ilegales y la falta de acceso a servicios básicos y oportunidades de desarrollo. Por ello, el cese bilateral al fuego cobra una importancia especial, ya que aleja la violencia y abre el camino hacia una transformación pacífica de la región.
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Este acuerdo permite un respiro a la comunidad caucana, que ha vivido durante mucho tiempo en medio de la incertidumbre y crea un espacio propicio para el diálogo, donde las partes involucradas pueden discutir y buscar soluciones a los problemas.
Además, el cese bilateral al fuego brinda la oportunidad de abordar las causas subyacentes del conflicto en el Cauca. Esto implica no solo detener las hostilidades, sino también avanzar en la implementación de programas de desarrollo social, económico y político que aborden las necesidades de la comunidad y promuevan la inclusión y la equidad. Solo a través de un enfoque integral se podrá garantizar una paz sostenible y duradera para el Cauca.
El secretario de gobierno y participación del Cauca, Diego Aguilar Marín, manifestó; “el cese bilateral al fuego entre el gobierno y las disidencias de las FARC en el Cauca es un paso fundamental hacia las negociaciones de paz en la región. Este acuerdo representa la esperanza de transformar el Cauca en un territorio pacífico, estable y próspero. Es un momento crucial para que todas las partes involucradas demuestren su compromiso con la construcción de la paz”.




