El consumo de cerveza ha acompañado durante siglos la socialización y el entretenimiento, consolidándose como una de las bebidas más populares del mundo. Sin embargo, su principal desventaja siempre ha sido la resaca, un malestar que muchos consumidores quisieran evitar sin renunciar al efecto relajante del alcohol.
Con este objetivo, el laboratorio británico Gaba Labs creó “Gabyr”, una cerveza sin alcohol que ofrece un efecto muy similar al de las primeras etapas de la embriaguez, pero que desaparece en un máximo de media hora sin dejar secuelas. La investigación estuvo liderada por el neurocientífico David Nutt, quien analizó cómo actúa el alcohol en el cerebro y diseñó una fórmula que imita sus efectos positivos sin provocar daños.
Gabyr promete relajación y desinhibición sin efectos adversos
La nueva bebida genera sensación de relajación y desinhibición social, aspectos que suelen impulsar el consumo de licor. Sin embargo, la diferencia radica en que este efecto es pasajero, seguro y no deja rastros de guayabo, lo que elimina riesgos como la adicción o la cirrosis.
Según Nutt, el objetivo de esta innovación es ofrecer a los consumidores una alternativa responsable que permita disfrutar del acto de beber sin las desventajas asociadas al alcohol tradicional. Se trata de una apuesta por transformar los hábitos de consumo con productos que prioricen la seguridad y la salud.
La compañía, además, anunció el desarrollo de una molécula patentada llamada Alcarelle, que busca convertirse en un ingrediente clave de alimentos y bebidas. Este compuesto, actualmente en proceso de pruebas, podría llegar al mercado en 2027 como una opción revolucionaria para quienes desean experimentar los efectos del alcohol sin sus consecuencias nocivas.
Proyecciones y validación científica para el mercado internacional
El proyecto se encuentra en etapa de validación, con planes de compartir datos de seguridad con expertos de la industria alimentaria para garantizar la confiabilidad de los productos. Gaba Labs pretende demostrar que su innovación no solo es viable en términos de consumo, sino también segura, regulada y aprobada para comercializarse en mercados internacionales.
David Nutt explicó en entrevista con Bloomberg que la investigación se basa en un proceso de “inventar, probar y refinar”, lo que permitirá perfeccionar los efectos de la molécula antes de su lanzamiento masivo. De cumplirse las proyecciones, en pocos años los consumidores podrían acceder a una cerveza que les brinde la experiencia del alcohol sin el temido guayabo.
