Eran aproximadamente las 6:30 de la tarde del miércoles 30 de abril cuando un accidente fatal sacudió al norte de Neiva. En la intersección de la carrera 1 con calle 56A, a la altura del barrio Mercedes y frente al supermercado Surtiplaza, se registró el hecho que cobró la vida del señor Galo Eduardo Bahamón Torres, un adulto mayor que se movilizaba como parrillero en una motocicleta.
La víctima, de 76 años, iba acompañando a su hijo Jaime Losada Narváez, quien conducía una moto de placas KGO-37G. Según los primeros informes, por razones aún no esclarecidas, el vehículo de dos ruedas perdió la estabilidad, provocando que el adulto mayor cayera directamente sobre la vía. Justo en ese momento, un tractocamión marca Internacional, de placas UYA-347 y afiliado a la empresa Coomotor, pasaba por el lugar.
El camión, conducido por José Gerardo Echeverry Arias, embistió al hombre sin que su conductor alcanzara a reaccionar. La tragedia fue inevitable.
El testimonio de los presentes
La escena fue desgarradora. Algunos testigos afirmaron que, al parecer, Galo habría intentado sostener unos paquetes —posiblemente cervezas— que llevaban consigo, provocando un desequilibrio en la motocicleta. Esa maniobra habría desencadenado su caída.
El conductor del tractocamión, según versiones recogidas en el lugar, no se dio cuenta de lo sucedido. Fue otro motociclista quien, tras presenciar el impacto, aceleró para alcanzarlo y alertarlo sobre lo ocurrido metros más adelante.
A pesar de portar el casco de seguridad, la víctima falleció instantáneamente debido a la gravedad del aplastamiento. El impacto fue tan fuerte que el cráneo quedó totalmente destruido tras ser pasado por las llantas del pesado vehículo.
Reacción de las autoridades
Hasta el lugar llegaron unidades de la Policía Metropolitana de Neiva y agentes de tránsito de la Secretaría de Movilidad, quienes acordonaron la zona para realizar los actos urgentes. El cuerpo de Bahamón Torres fue trasladado por la necromóvil al Instituto de Medicina Legal, mientras se iniciaba la investigación correspondiente.
La escena también fue inspeccionada por agentes de criminalística, quienes recolectaron grabaciones de cámaras de seguridad del sector y tomaron testimonios para esclarecer los detalles que llevaron a esta trágica pérdida.
¿Un error humano?
Una de las principales hipótesis que manejan las autoridades es que la pérdida de estabilidad de la moto habría sido ocasionada por una maniobra imprudente del parrillero al intentar acomodar o sostener unas bebidas que transportaban. Sin embargo, no se descarta que factores como el estado de la vía, el tráfico o una falla en la conducción también hayan influido.
Este lamentable hecho vuelve a poner sobre la mesa la importancia de tomar medidas de seguridad en cada trayecto, sin importar lo corto que parezca. Mientras tanto, una familia huilense llora la pérdida de un ser querido que no volvió a casa, y la ciudad suma un nuevo nombre a la lista de víctimas de siniestros viales.
