La intervención se realizó por patrullas del cuadrante en el barrio Santa Helena, quienes fueron alertadas por la comunidad de los negocios ilícitos de un sujeto que utiliza un lote baldío en riberas del río Magdalena para la venta y el consumo de alucinógenos. El sujeto encargado del negocio ya es reconocido por las autoridades del cuadrante, quienes le siguen los pasos a este bandido que, al parecer aprovechaba un lote invadido por la maleza para instalar caletas y ocultar la droga para no ser detectado. Con frecuencia, este sujeto cambia sus escondites para evadir el control de las autoridades.
Intento de escape
Luego de conocer la información, los uniformados de manera sorpresiva se desplazaron hasta la carrera 15 que bordea el río Magdalena, pero, al llegar al lugar el presunto sospechoso fue alertado de la presencia de los policías por un campanero que se encontraba acostado en una de las esquinas, lo cual le dio tiempo de emprender la fuga a bordo de una bicicleta de color negro con blanco. Sin embargo, los patrulleros nunca lo perdieron de vista y fue interceptado por los efectivos del cuadrante, quienes rápidamente lograron reducirlo, y al identificarlo se percataron que se trataba de Juan Camilo Casilimas Guerrero. Al hacerle un registro, le hallaron en su poder un paquete que contenía 48 cigarrillos de marihuana empacados de manera artesanal, para facilitar su comercialización al menudeo.
Judicialización
Luego de conocer sus derechos como persona capturada, este sujeto fue trasladado en medio de un fuerte operativo de seguridad, junto con los alcaloides incautados y la bicicleta en que se movilizaba hasta la URI CTI de Girardot, y luego puesto a disposición de la Fiscalía de turno para su judicialización, donde enfrenta cargos por el delito de porte, tráfico y fabricación de estupefacientes. Según fuentes oficiales horas más tarde el indiciado fue dejado en libertad, sin embargo, continúa vinculado a la investigación, ante cualquier requerimiento por parte de las autoridades competentes.
