En un nuevo golpe a las redes criminales que operan incluso dentro de las instituciones del Estado, la Policía Nacional capturó en flagrancia a un funcionario del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, el cual fue sorprendido en posesión de drogas0 dentro de las instalaciones de la cárcel de Pasto. Por lo anterior el sindicado quedó a disposición de las autoridades competentes por el delito de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.
Seguimiento
El operativo, desarrollado en el marco del Plan Ciudades Seguras por la Vida, fue adelantado por unidades de la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, en coordinación con la Policía Judicial del Inpec con el fin de hacer un seguimiento exhaustivo a este tipo de casos que cada vez se presentan con más frecuencia dentro de los centros penitenciarios. La intervención se llevó a cabo como parte de una actividad rutinaria de control y registro a personas y funcionarios que ingresan al centro penitenciario.
Durante el procedimiento, los uniformados hallaron en poder del capturado una bolsa con aproximadamente 300 gramos de bazuco, sustancia catalogada como estupefaciente, la cual fue incautada de inmediato por las autoridades.
El detenidoactualmente se desempeñaba como funcionario activo del Inpec en esta misma cárcel. Su captura ha generado preocupación y llamado la atención sobre los riesgos de corrupción y vulneración de la seguridad al interior del sistema penitenciario: “este resultado operativo se enmarca en el compromiso institucional de combatir frontalmente cualquier manifestación del delito, incluyendo aquellas que vulneren la integridad de las instituciones del Estado”, señaló la Policía Nacional a través de un comunicado oficial.
El caso ha sido puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación, que adelantará las investigaciones correspondientes para esclarecer si existen otras personas implicadas en este presunto intento de ingreso de droga al penal y determinar el destino de la sustancia incautada.
Este tipo de operativos busca no solo frenar el microtráfico en entornos carcelarios, sino también recuperar la confianza ciudadana en las instituciones encargadas de administrar justicia y garantizar la seguridad en los centros de reclusión.
Las autoridades reiteraron que continuarán trabajando de manera articulada para evitar que las organizaciones criminales se infiltren en el sistema penitenciario.
