Las acciones investigativas de la Fiscalía General de la Nación, con el apoyo de unidades especializadas de la Policía Nacional, permitieron la captura y judicialización de Robín Armando Ramos Baltán, señalado cabecilla del grupo delincuencial ‘Los Espartanos’, por su presunta participación en múltiples crímenes cometidos en el Distrito Especial de Buenaventura, Valle del Cauca. De acuerdo con el material probatorio recaudado, este hombre habría ejercido un control territorial ilegal en varias zonas del puerto, principalmente mediante extorsiones, desplazamientos forzados y homicidios selectivos.
Operativo
Ramos Baltán fue detenido por uniformados de la Policía Nacional con el respaldo del Comando de Operaciones Especiales, en momentos en que se movilizaba por un sector del puerto. Posteriormente, fue presentado ante un juez de control de garantías, donde un fiscal especializado le imputó el delito de concierto para delinquir agravado. Aunque el procesado no aceptó el cargo, el juez determinó imponerle medida de aseguramiento en un centro carcelario, mientras avanzan las investigaciones. Según la Fiscalía, este hombre habría sido designado desde enero de 2022 como cabecilla de la comisión de finanzas dentro de la estructura de ‘Los Espartanos’. En ese rol, tenía a su cargo la recolección de dinero proveniente de extorsiones dirigidas a comerciantes y trabajadoras sexuales del barrio El Centro del Distrito. Las exigencias económicas ilegales habrían sido realizadas bajo amenazas de muerte o represalias.
Proceso
El ente acusador también señaló que este hombre habría coordinado el desplazamiento forzado de familias y comerciantes que se negaban a pagar las cuotas exigidas por el grupo criminal. Las víctimas eran obligadas a dejar sus residencias y locales comerciales, los cuales eran posteriormente ocupados por integrantes de la organización o utilizados como centros de operaciones delictivas. Incluso, en algunos casos, los bienes y pertenencias de estas personas eran saqueados. La investigación indica que ‘Los Espartanos’, con presencia en al menos 14 barrios de las comunas 1, 2, 3 y 4 de Buenaventura, mantenían un dominio criminal basado en el uso de la violencia y el miedo. El grupo habría ejecutado homicidios selectivos como mecanismo de intimidación, además de controlar las rutas de ingreso de mercancía a los barrios y exigir pagos por seguridad o «vacunas» a quienes desarrollaban cualquier tipo de actividad económica.




