Cayo escurridizo delincuente, en la Calle 17 del Alto del Bárbula, Girardot

Jesus Alberto Enciso Rendón según las autoridades, es señalado de hurtar metros de cable telefónico, en un acto vandálico.
Jesus Alberto Enciso Rendón, perpetrador.
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Según las autoridades en La Ciudad de Las Acacias, se ha puesto al descubierto un oscuro negocio clandestino del hurto de cable de telefonía, en el que hombres y mujeres al servicio de la delincuencia hacen el trabajo sucio, donde los perpetradores se ocultan bajo el manto de la oscuridad para perpetran sus fechorías. El caso más reciente se registró en el barrio Alto del Bárbula.

Se conoció que atreves de una llamada a la sala de radio alrededor de las 5:30 de la mañana del miércoles 25 de mayo, patrullas del cuadrante fueron alertados de los movimientos sospechosos de un sujeto, señalado de haber hurtado varios metros de cable, de inmediato los efectivos se desplazaron hasta el lugar, allí abordaron al presunto sospechoso, habitante de calle y reciclador, quien ya tenía envuelto cerca de 10 metros de cable encauchetado, un total de 60 pares  de cobre  avaluado en $ 320.000, donde utilizando herramientas artesanales había violentado una tapa de concreto para acceder a los cables y lograr su cometido, dejando al descubierto un hueco de gran profundidad.

Se conoció por parte de los efectivos que este sujeto, de 28 años fue identificado como Jesus Alberto Enciso Rendón luego de conocer sus derechos, fue trasladado junto a los elementos recuperados hasta la URI  de Girardot, para posteriormente ser puesta a disposición de la Fiscalía de turno para su judicialización donde afrento cargos por el delito de hurto, se conoció que horas despues la indiciada fue dejada en libertad, sin embargo continua vinculado a la investigación ante cualquier requerimiento por parte de las autoridades.

Según las autoridades con estas capturas quedo al descubierto que es toda una banda organizada dedicada al hurto de cableado telefónico conformada por hombres y mujeres en el que no solo afectan a los usuarios de este servicio sino que también dejan trampas mortales al destrozar las tapas de concreto dejando al descubierto las cajas de más de tres metros de profundidad.

 


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