En Nariño, durante años, su nombre se susurraba con miedo en calles y veredas: alias “El Brujo”. Comerciantes, campesinos y familias enteras lo conocían como el hombre que convertía la vida en un verdadero infierno si no se pagaban sus exigencias. Hoy, tras un operativo de inteligencia milimétricamente coordinado, este oscuro personaje cayó en manos de las autoridades.
El procedimiento se realizó en la ciudad de Cali, donde hombres del GAULA Nariño, GAULA Cali y la Seccional de Inteligencia Policial (SIPOL) lograron capturar a quien es señalado como uno de los cabecillas más violentos de las milicias urbanas del Grupo Armado Organizado Residual Franco Benavides. La orden judicial por extorsión agravada solo fue el inicio: su prontuario es largo y sangriento.
Extorsiones a sangre fría
Según las investigaciones, alias “El Brujo” mantenía bajo su puño de hierro a los comerciantes de municipios como El Tambo, La Florida, El Peñol y Policarpa, quienes debían pagar “cuotas mensuales” que iban de 1 a 2 millones de pesos. El que se negara a entregar el dinero sabía que la sentencia era mortal: ataques contra su negocio o contra su propia vida. “Era como pagarle al diablo para seguir respirando”, comentó un afectado bajo reserva.
Pero su crimen más despreciable era el reclutamiento ilegal. Se presume que alias “El Brujo” reclutaba a decenas de muchachos en Pasto, ofreciéndoles un falso futuro. Tras engañarlos, los trasladaba al corregimiento de Santa Rosa en Policarpa, donde los sometía a entrenamientos militares en campamentos clandestinos. Muchos de ellos jamás regresaron a sus hogares.
18 años de terror
Con casi dos décadas en el mundo del crimen, este cabecilla acumulaba antecedentes por secuestro extorsivo, homicidio y porte ilegal de armas. Su sola presencia infundía miedo. Era, según fuentes policiales, “uno de los hombres más temidos y sanguinarios de la estructura Franco Benavides”.
Con la captura de alias “El Brujo”, las autoridades aseguran que dan un golpe contundente a las mafias que durante años han pretendido someter al pueblo nariñense. “Este resultado demuestra que nadie está por encima de la ley, y que quienes pretendan sembrar miedo terminarán tras las rejas”, afirmó un oficial del GAULA. El pueblo, antes silenciado por el miedo, hoy respira un aire distinto. La caída de alias “El Brujo” no solo es la captura de un criminal: es un mensaje de esperanza para quienes nunca dejaron de soñar con un Nariño libre del yugo de la extorsión y el reclutamiento.




