Los habitantes del barrio Retiro Bajo perteneciente a la comuna Siete de la ciudad de Popayán se encuentran consternados, tras conocer el sensible fallecimiento de Luis Orlando Delgado quien se destacó en el sector por su amabilidad, alegría y respeto hacía a los demás. El occiso trabajaba en la galería La Esmeralda y otras plazas de mercado como el barrio Bolívar y Alfonso López.
Uno de sus amigos indicó que su deceso se produjo tras no superar algunos quebrantos de salud. “Orlando estaba luchando contra una enfermedad crónica, una dolencia que, a pesar de causar estragos en el organismo, él a través de su positivismo la supo sobrellevar. Fue un hombre fuerte, valiente; siempre sonriente y paciente”.
El compañero agregó que la muerte se produjo en horas de la mañana. “Nuestro amigo de infancia el día viernes llegó a su casa, descansó de sus labores, cenó y como buen padre ejemplar se acostó. Pasaron varios minutos cuando le, manifestó a sus hijos, que se sentía un poco mal. Los allegados le dijeron que, si era necesario llevarlo al hospital, ellos lo hacían. Pero Orlando les dijo que estuvieran tranquilos, que no era nada grave”.
La noche pasó y llegó lo peor. “En horas de la mañana del día sábado, su salud se complicó aún más por lo que de manera inmediata fue conducido al hospital e ingresado a la sala de urgencias. Los médicos de turno de manera inmediata mandaron a intubarlo, pero cuando estaban en el procedimiento, el corazón le falló e infortunadamente falleció”.
Cabe decir que a Orlando, algunos de sus amigos le decían de manera cariñosa ‘Chun’ fue un destacado deportista, no solo de Popayán sino a nivel del Cauca. “Él practicaba el judo, además entrenaba a los niños amantes de esta disciplina deportiva. Sus actividades las desarrollaba en el salón comunal del barrio El Libertador, donde manejaba un buen número de jóvenes”.
Su cuerpo fue velado en su lugar de residencia ubicada en la calle 10 con carrera 21 del barrio Retiro Bajo. Sus exequias se llevaron a cabo en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen del barrio La Esmeralda. Terminada la misa en memoria de su alma, sus restos mortales fueron conducidos hasta el Campo Santo donde en medio del dolor y llanto le dieron su último adiós.
