La angustia de la familia Afanador completa una semana tras la desaparición de Valeria, una niña de 10 años con síndrome de Down, cuyo rastro se perdió en su colegio, ubicado en zona rural del municipio.
Desde entonces, más de 200 rescatistas, junto a habitantes de la zona, han buscado sin éxito en el río Frío, bosques, casas abandonadas y bodegas de Cajicá. Las autoridades mantienen abiertas varias hipótesis: que la menor se haya extraviado tras salir por una cerca de la institución educativa, que haya caído al río o que haya sido víctima de un rapto.
El padre de la menor, Manuel Afanador, aseguró en declaraciones a Noticias Caracol que mantienen la fe, pero reconoció su preocupación ante la falta de pistas. “No sé si alguien tenga a mi hija. A hoy no sé si alguien la tiene o no. Se mantienen todas las hipótesis. Es un caso extremadamente raro”, expresó.
La madre de Valeria, Luisa Cárdenas, pidió públicamente que, si alguna persona la tiene, la devuelva sana y salva. Mientras tanto, la comunidad realizó una caminata por las calles del municipio para exigir el pronto regreso de la niña.
La investigación avanza con el análisis de horas de grabaciones del colegio y de cámaras de seguridad de Cajicá y municipios cercanos como Chía, Tabio y Tenjo. El Gobierno local recordó que sigue vigente la recompensa de 70 millones de pesos por información que permita dar con el paradero de la menor.
