En las cocinas del Guaviare y otras regiones amazónicas de Colombia, el casabe es uno de los alimentos tradicionales más representativos, una receta ancestral que se ha mantenido viva a lo largo de los siglos gracias a las comunidades indígenas. Este pan de yuca, también conocido como «pan de casabe», tiene un sabor suave y una textura crujiente, siendo una excelente acompañante para cualquier comida o incluso como snack.
Ingredientes:
- 1 kg de yuca (mandioca)
- 1 cucharadita de sal
- Agua (cantidad necesaria)
Preparación:
- Pelar y cocinar la yuca: Comienza pelando la yuca y retirando la cáscara gruesa. Luego, córtala en trozos medianos y colócala en una olla con agua. Cocina a fuego medio hasta que la yuca esté suave y se pueda deshacer fácilmente con un tenedor, lo que tomará aproximadamente 30 minutos.
- Extraer el almidón: Una vez cocida, es importante escurrir bien la yuca para retirar el exceso de agua. Luego, debes triturar la yuca hasta obtener una masa suave y pegajosa. Puedes utilizar un mortero o procesador de alimentos. La masa debe quedar sin grumos y con la consistencia adecuada para trabajarla.
- Formar las tortas: Coloca la masa sobre una superficie plana y divide en pequeñas porciones, formando bolas de tamaño similar a una nuez. Luego, aplana cada bola hasta formar un círculo fino, similar a una tortilla. Es importante que las tortas sean lo más finas posibles para que se cocinen bien.
- Cocinar el casabe: En una sartén o comal bien caliente, coloca las tortas de yuca sin aceite y cocina cada lado durante unos 3 a 4 minutos, hasta que se dore y se vuelva crujiente. Si prefieres, puedes cocinarlo sobre una parrilla de barro o madera, tal como lo hacían tradicionalmente las comunidades indígenas.
- Servir: El casabe se sirve caliente y puede acompañar una gran variedad de platos, como pescados, sopas o guisos, o bien disfrutarse solo, como una merienda. También es común comerlo con miel o como base para otros ingredientes, como queso, guacamole o carnes.
El casabe es mucho más que un simple pan, es una conexión con la historia de las comunidades amazónicas que han preservado esta receta a lo largo del tiempo.
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