Carlos Pito el ex escolta que se “hizo” periodista en Popayán

El periodista empírico podría ser una de las personas más temidas y odiadas en la capital caucana, su periodismo amenazante e inquisidor lo ha hecho merecedor de una pésima reputación en el gremio de los periodistas y los medios de comunicación. Es conocido por su forma de perseguir y difamar a quien represente un obstáculo en su carrera de conseguir lo que desea, pues también ha cazado varias peleas en el sector político de la ciudad de Popayán y en el Cauca, ahora se desempeñará como Jefe de Control Interno Disciplinario.
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Pito, se ha caracterizado por pedir y hacer “favores”, a los políticos de su agrado,  hablando bien de ellos cuando le convenía, si estos representaban una pauta publicitaria para su noticiero, contratos o presuntas ayudas económicas. De no ser así, y por el contrario, si recibía una negativa frente sus propuestas de publicidad, contrataciones y demás, el periodista emprendía campañas de desprestigio y desinformación en contra de sus detractores, llegando a dedicar  a este cometido, casi todo el tiempo que pasaba al aire en el que era su programa de televisión.

El inolvidable caso de la pirámide que estafó a cientos de payananeses y caucanos, quienes perdieron sus ahorros, casas, negocios e incluso a sus familias, también salpicó a Pito, pues emitió en varias ocasiones, publirreportajes del DRFE en los que se invitaba abiertamente a los ciudadanos a invertir en esta empresa y calificaba de amarillistas y chismosos a los comunicadores que advertían a la opinión pública de los riesgos que engendraban los sospechosos intereses.

Pito se vinculó al deporte caucano como presidente de la Liga de Actividades Subacuáticas, junto a Oscar García, su ex suegro y padre de Ana Bolena García su ex esposa, quien fue procesada y capturada por los delitos de peculado por apropiación, celebración indebida de contratos, falsedad en documentos y concierto para delinquir agravados estarían relacionados con la firma del convenio 086 del 24 de junio de 2015, entre Indeportes Cauca y la Fundación Redes, por valor de $931 millones. Al parecer, los dineros habrían sido desviados de manera ilícita, alterando facturas y compras ficticias.


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