Carlos Negret se sumó a las renuncias del Nuevo Liberalismo

El exdefensor del pueblo, se retiró de la colectividad porque lo excluyeron por no apoyar a Sergio Fajardo y se cansó de las decisiones equivocadas de los dirigentes de la institución.
Cortesía Google
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El funcionario Carlo Negret presentó su carta de renuncia a las directivas del Nuevo Liberalismo porque consideró que el partido no tiene sus objetivos claros y tomaron decisiones erróneas. Incluso afirmó que la colectividad ya no se basa en los ideales del asesinado Luis Carlos Galán.

 

El exdefensor del pueblo le expresó los motivos de su renuncia en una carta a Juan Manuel Galán, director del partido, y a Andrés Talero, secretario general, Negret expresó su descontento por las erradas decisiones que tomaron en las elecciones legislativas, en las cuales no alcanzaron el umbral.

 

Comenzó diciendo que: «Desde que les dijo que no iba a apoyar la candidatura de Sergio Fajardo, no me volvieron a llamar a las reuniones. Debe haber una dirección más fuerte en el partido».

 

Agregó: “Me encontré, después del desastre electoral, jamás anticipé que los cálculos de los exsenadores Galán sobre alcanzar el umbral estuvieran tan equivocados, con que las ideas liberales, el talante democrático, el pluralismo y la tolerancia como principios rectores de la plataforma política, no gobernaban la organización interna y el proceso de toma de decisiones”.

 

Luego manifestó que los ideales por los que entró a la colectividad se vieron traicionados porque sacrificaron la disciplina fundada en la confianza, por la imposición de criterios personales a través de un régimen donde el disenso no tenía cabida en un movimiento donde iban a respetar la libertad electoral.

 

Confeso que “las formas elegidas para administrar el diálogo fueron completamente desacertadas. No se construye un Partido ni se genera confianza a través de impersonales sesiones de Zoom”.

 

Aseguró que por sus posiciones políticas e ideológicas recibió “descalificaciones y epítetos, en las redes sociales, y en varias emisoras provenientes de los mismos que en las vísperas me ponderaban y exaltaban”.

 

Finalizó diciendo: “En ese ámbito de análisis vale la pena tener como norte la serenidad, la autocrítica y el recuerdo de lo mal que terminaron las experiencias de quienes pretendieron dirigir los partidos, imponiendo ‘una disciplina para perros’, como con acierto la llamo hace muchas décadas Gilberto Álzate”.


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