Al tribunal Superior de Barranquilla llegó la más reciente pelea judicial entre el condenado empresario Carlos Mattos y el periodista Gonzalo Guillén, director de La Nueva Prensa, por una serie de señalamientos.
Aunque la tutela sigue bajo estudio, el despachó tomó su primera decisión: prohibir a Gonzalo Guillén hacer publicaciones contra Carlos Mattos que puedan atentar contra su derecho a la intimidad y buen nombre.
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Mattos, en el último mes, recibió dos condenas por haber utilizado entre 2015 y 2016 la justicia a su favor en el denominado caso Hyundai. Poniendo plata por debajo de la mesa logró que jueces lo favorecieran para seguir teniendo el monopolio de autos de esa marca en Colombia, a pesar de que la casa automotriz coreana quería entregar ese negocio al grupo ecuatoriano Eljuri.
En medio del proceso judicial, Gonzalo Guillén y La Nueva Prensa han seguido el caso y publicado con respecto al empresario. Una vez Mattos fue recluido en la cárcel de Cómbita, Boyacá, tras haber sido puesto al descubierto por el grupo investigativo de Noticia Caracol paseando por Bogotá, a Guillén le llegó información a priori, que sería delicada, y que ha mostrado en su medio de comunicación.
Por ejemplo, el pasado 1 de septiembre, La Nueva Prensa aseguró que “presos en Cómbita denuncian haber sido abusados sexualmente por Carlos Mattos y silenciados por el director de la cárcel. Guardianes del centro penitenciario también lo han señalado de corrupción”. A esto se suma que, en su momento, Guillen publicó un supuesto correo anónimo donde una fuente decía que los reclusos que no accedían a sus pretensiones sexuales los hacía trasladar.
“Su único objetivo desde que llegó a este patio ha sido molestar y acosarme sexualmente, desde que tiene oportunidad de tocar la puerta de mi celda y empujarla para entrar. Escucho que este señor es una persona con manejo de relaciones y poder de manera que me he sentido preocupado por mi seguridad (sic)”, transcribió La Nueva Prensa en otra de las publicaciones.
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Asimismo, Guillén ha sido reiterativo en mencionar que Mattos estaría investigado por una masacre y confirma la doble investigación que tiene en contra por el caso Hyundai. El empresario, por su parte, interpuso una tutela para intentar proteger sus derechos a la honra, buen nombre, imagen, intimidad personal y prohibición de discriminación.
Mattos asegura en la tutela que lo han tratado de “asesino, pederasta, abusador, lavador de activos y determinador de masacres”, por lo que se vio obligado a recurrir a este recurso.
Por ahora, el Tribunal define qué hacer con la tutela de Mattos y explicó que mientras se llega al debate de fondo, las publicaciones seguirán en pie, Guillén tiene prohibido publicar cualquier nota que pueda afectar el buen nombre del empresario.
Agregó que esto no puede mirarse como una limitación a la libertad de prensa, pues se pretende evitar la circulación de noticias sin fuente que acrediten la veracidad de las afirmaciones.
