En una operación conjunta que involucró a la Policía Nacional, el Ejército y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, las autoridades lograron la captura de Mariela Ceballos Cedeño, señalada de pertenecer al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y de desempeñar un papel clave en el suministro de explosivos para esa organización armada ilegal.
La detención se produjo en Pasto, capital de Nariño, luego de varios meses de labores de inteligencia que permitieron identificarla como presunta responsable de coordinar la compra, transporte y distribución de material explosivo. Según las investigaciones, Ceballos Cedeño habría gestionado el traslado de al menos 100 unidades de pentolita de origen chileno, un potente explosivo de uso restringido, que supuestamente sería empleado por el ELN para realizar atentados contra la Fuerza Pública en diferentes zonas del departamento.
Municiones
La Fiscalía presentó a la mujer ante un juez de control de garantías, formulándole los cargos de concierto para delinquir y fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido o de uso privativo de las Fuerzas Armadas y explosivos agravado. Durante la audiencia, la capturada no aceptó los cargos, pero el juez determinó enviarla a la cárcel de manera preventiva mientras avanza el proceso judicial.
Fuentes de la investigación sostienen que la labor de Ceballos Cedeño no se limitaba a la adquisición de material explosivo, sino que también cumplía funciones de enlace logístico con otras células del ELN en la región, facilitando el transporte de los insumos hasta zonas rurales de difícil acceso. Esta actividad sería parte de un plan de abastecimiento para fortalecer las acciones armadas del grupo insurgente en Nariño y el sur del Cauca.
Golpe significativo
Las autoridades han calificado esta captura como un “golpe significativo” a la estructura logística del ELN, ya que la incautación y control de material explosivo evita la ejecución de posibles ataques contra la infraestructura y contra miembros de la Fuerza Pública. “Cada explosivo que logramos sacar de circulación es una vida que se salva”, señaló un vocero de la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules. Este procedimiento se enmarca en las acciones de la Operación Mayor Artemisa, desarrollada para combatir el narcotráfico, la minería ilegal y las estructuras armadas en el Pacífico nariñense, zonas donde el ELN mantiene presencia activa y disputa el control territorial con otros grupos al margen de la ley.

