Un aberrante caso de abuso sexual ha generado indignación en el municipio de Palmira, Valle del Cauca, luego de que un hombre de 46 años fuera capturado por las autoridades en el barrio Cerezos de Las Italias, tras ser acusado de violentar sexualmente a una menor de 15 años, quien pertenecería a su propio núcleo familiar.
La captura se llevó a cabo en medio de un operativo especial del nuevo Modelo de Servicio de Policía orientado a las personas y los territorios, el cual permite mayor efectividad en la identificación y localización de personas requeridas por la justicia.
Según reportaron fuentes oficiales, el sujeto se habría aprovechado de su cercanía con la víctima, utilizando la confianza familiar como mecanismo para cometer los presuntos abusos. Los hechos, que habrían ocurrido en repetidas ocasiones, fueron denunciados por personas cercanas a la menor.
Gracias al uso de tecnologías para verificación de datos, las autoridades lograron confirmar que el hombre tenía una orden de captura vigente por el delito de acto sexual violento agravado, expedida por un juzgado del sistema judicial colombiano.
Tras su captura, el individuo fue inmediatamente puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación y trasladado a un centro de reclusión temporal mientras se formaliza su traslado a un centro penitenciario donde deberá cumplir su condena.
El sistema judicial determinó que el capturado deberá pagar una pena de 152 meses de prisión, es decir, más de 12 años, por los delitos cometidos en contra de la adolescente. Su proceso continuará bajo la jurisdicción penal ordinaria.
Este caso se suma a las alarmantes cifras de violencia sexual contra menores en el departamento del Valle del Cauca, donde las autoridades han intensificado los esfuerzos para prevenir, detectar y sancionar este tipo de crímenes.
La Policía Nacional hizo un llamado a la comunidad para denunciar cualquier hecho de violencia intrafamiliar o abuso sexual, y reiteró que están disponibles las líneas de atención para víctimas de este tipo de delitos, así como los canales institucionales de la Fiscalía y el ICBF.
Desde la Secretaría de Seguridad de Palmira también se pronunció un mensaje de rechazo: “No vamos a tolerar que los victimarios usen los lazos de confianza familiar para agredir a nuestros niños y niñas. Todo el peso de la ley caerá sobre ellos”.
El caso ha causado consternación en la comunidad local, donde varios residentes del barrio Cerezos expresaron su rechazo ante el grave delito, pidiendo justicia y protección integral para la víctima y su entorno más cercano.
Organizaciones defensoras de derechos humanos y de la niñez han reiterado la urgencia de implementar más programas de prevención y atención psicosocial para las víctimas, así como campañas educativas para identificar señales de abuso en el entorno familiar.
Las autoridades siguen avanzando con el proceso investigativo para esclarecer completamente el caso y determinar si existieron otros posibles hechos relacionados. Por ahora, el capturado permanecerá bajo custodia del sistema penitenciario colombiano.
