General (r.) Rodolfo Palomino es capturado en Bogotá tras quedar en firme su condena por tráfico de influencias
La justicia colombiana dio un nuevo paso en uno de los procesos más sensibles que han involucrado a un alto mando de la Policía Nacional. En horas de la mañana de este 24 de noviembre, el general en retiro Rodolfo Bautista Palomino, exdirector de la institución, fue capturado en Bogotá por agentes del CTI de la Fiscalía, luego de que la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia dejara en firme su condena a siete años y un día de prisión por el delito de tráfico de influencias.
La detención se produjo de manera discreta en la capital del país y, según fuentes judiciales, Palomino fue trasladado inmediatamente a las instalaciones del búnker de la Fiscalía, donde permanece bajo custodia mientras se realizan los trámites para definir el lugar en el que deberá cumplir la pena impuesta.
La sentencia, emitida inicialmente en agosto de 2025 y ratificada recientemente, responsabiliza al exdirector de la Policía por un episodio ocurrido el 8 de febrero de 2014, cuando, siendo la máxima cabeza de la institución, se presentó en la vivienda de una fiscal del caso Luis Gonzalo Gallo Restrepo, un empresario investigado por concierto para delinquir, despojo de tierras y lavado de activos. En aquel encuentro, según determinó la Corte, Palomino buscó intervenir de manera indebida para que se suspendiera la orden de captura contra el empresario.
El fallo destaca que su presencia, acompañada del entonces director de la DIJIN, constituía un ejercicio ilegítimo de la autoridad, pues buscaba influir en una decisión judicial en curso. Grabaciones y otros elementos probatorios presentados durante el juicio fueron determinantes para que la Corte concluyera que el general (r.) había sobrepasado el marco legal de sus funciones.
La captura de Palomino reabre el debate sobre la conducta de altos mandos de la Fuerza Pública y el rol de la justicia en la vigilancia de sus actuaciones. Cabe recordar que su paso por la dirección de la Policía, entre 2013 y 2016, estuvo acompañado de controversias y cuestionamientos que derivaron en procesos disciplinarios y fuertes críticas públicas.
Por ahora, la defensa del exoficial no ha emitido una declaración oficial, aunque se espera que en los próximos días soliciten beneficios jurídicos o presenten recursos dentro del marco permitido por la ley. Entretanto, la Corte Suprema reafirmó que la decisión cumple con todas las garantías procesales y responde a la necesidad de proteger la independencia de las actuaciones judiciales.
Con esta captura, el país presencia un hecho que marca un precedente para el control institucional y el escrutinio sobre quienes han ostentado las más altas posiciones de mando dentro de la Policía Nacional.



