El hombre había intentado robar un ciclista con arma de fuego
En la noche del viernes 7 de junio, en un hecho que volvió a despertar la indignación ciudadana, un presunto ladrón fue capturado tras intentar atracar a un ciclista en el occidente de Bogotá. El intento de robo ocurrió en la localidad de Engativá, exactamente en la carrera 96 con calle 71A, y fue frustrado gracias a la rápida reacción de varios transeúntes y vecinos del sector.
Hechos
De acuerdo con testigos, el sujeto habría intentado intimidar a un joven ciclista utilizando un arma de fuego. Sin embargo, la situación no salió como esperaba. Varias personas que circulaban por la zona se percataron del hecho y decidieron intervenir, arrinconando al presunto delincuente. Entre gritos y advertencias, lo desarmaron y luego le propinaron una golpiza como forma de castigo popular, dejándolo con múltiples contusiones.
Según reportes extraoficiales, el presunto atracador recibió tal cantidad de golpes que fue necesario trasladarlo en una silla de ruedas hasta el hospital más cercano, donde fue atendido bajo custodia policial. Aunque no se ha confirmado su identidad ni antecedentes penales, las autoridades indicaron que quedó a disposición de la Fiscalía General de la Nación, mientras se adelantan las investigaciones correspondientes.
El arma incautada quedó en manos de la Policía Metropolitana, que ahora busca establecer si es real o traumática, y si ha sido utilizada en otros hechos delictivos en la zona. El ciclista, afortunadamente, resultó ileso y logró conservar su bicicleta gracias a la intervención de los vecinos.
La comunidad ya está cansada
Vecinos del sector señalaron que los robos a ciclistas y peatones se han vuelto cada vez más frecuentes, especialmente en horas de la noche, por lo que no dudaron en tomar justicia por mano propia esta vez. “Estamos mamados. Salimos a trabajar y nos están esperando en cada esquina. Hoy fue uno, pero cada semana es lo mismo”, expresó un residente de la zona.
Las autoridades, por su parte, hicieron un llamado a la ciudadanía para que evite tomar acciones violentas y que, en su lugar, reporte de inmediato cualquier situación sospechosa a la línea 123. Sin embargo, el episodio reabre el debate sobre la justicia por mano propia y la falta de presencia policial en muchos barrios de Bogotá.

