En un operativo realizado por la Fiscalía y la Dijín, fue desarticulado un ‘clan familiar’ señalado de ser el responsable de captar jóvenes, con el supuesto de ofrecerles buenos trabajos, pero realmente llevaban a las mujeres hasta Chile para someterlas a tratos inhumanos y explotarlas sexualmente.
De acuerdo con la Fiscalía, ubicaban a las víctimas en sectores marginales de la ciudad, les realizaban todos los trámites correspondientes al viaje hacia Chile. Esta organización les fijaba una deuda que iniciaba en cinco millones de pesos, que corresponde a los gastos de los pasajes aéreos; pero que iba en aumento por los gastos de manutención en territorio extranjero y por concepto de multas que les imponían por no acceder a las pretensiones sexuales.
Se obtuvieron 350 audios que permitieron detectar el accionar criminal. Asimismo, fueron identificadas 27 víctimas, cuatro de ellas entregaron sus testimonios e indicaron que permanecieron encerradas en inmuebles, hacinadas en una pequeña habitación en medio de precarias condiciones de salubridad, y en esos lugares habrían sido obligadas a sostener relaciones sexuales con hombres que las contactaban, a través de dos sitios web.
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