CAPTURADO PRESUNTO ASESINO

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En la carrera 6 con calle 4 Sur del barrio Libertador de Pitalito

El 19 de enero de este año, un crimen ocurrió en el municipio de Solano, Caquetá, que dejó a la comunidad consternada. El cantinero Guillermo Castro Valencia perdió la vida tras un ataque de José Arbey Cruz Suaza, quien, según se ha informado, no fue complacido en su pedido musical. La disputa surgió cuando Cruz Suaza solicitó que se pusiera la canción «Coqueta» de Heredero, y al no ser cumplido su deseo, reaccionó de manera violenta, acabando con la vida del cantinero con un disparo.

El homicidio ocurrió en un bar local, donde las tensiones entre el agresor y la víctima llegaron a un desenlace fatal. Testigos indicaron que Cruz Suaza se alteró cuando el cantinero no accedió a su solicitud de manera inmediata, lo que desencadenó la tragedia. El ataque fue llevado a cabo con un arma de fuego, y tras cometer el crimen, el asesino huyó del lugar con rumbo desconocido, dejando a la comunidad en shock y al lugar del crimen lleno de incertidumbre.

La fuga y captura

Luego de cometer el asesinato, José Arbey Cruz Suaza emprendió la huida, y durante semanas se mantuvo prófugo. El crimen conmocionó tanto a la comunidad de Caquetá como a las autoridades, quienes comenzaron la búsqueda del presunto homicida. Gracias al trabajo de inteligencia y las investigaciones de la Policía, se logró dar con su paradero en el municipio de Pitalito, en el sur del Huila.

El 12 de marzo de 2025, Cruz Suaza fue capturado mediante una orden judicial. Durante su arresto, se mostró tranquilo y cooperó con las autoridades, aunque el hecho de haber huido tras el crimen evidenció su intento de evadir la justicia. La captura se realizó sin incidentes, y el presunto asesino fue trasladado a Florencia, Caquetá, donde se encuentra bajo custodia esperando su proceso judicial.

El futuro judicial del acusado

José Arbey Cruz Suaza enfrenta serias acusaciones por el asesinato de Guillermo Castro Valencia, y en las próximas semanas deberá responder ante la justicia por el homicidio. El caso ha puesto en evidencia la gravedad de una reacción desmesurada ante una situación aparentemente trivial, como lo fue el no complacer un deseo musical.

El acusado aguarda en prisión para que un juez determine su situación judicial, y podría enfrentar una condena severa si se demuestra su responsabilidad en el asesinato. La comunidad espera que la justicia actúe conforme a la ley y se haga responsable por el trágico fin de la vida de este hombre.


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