Hallan muerto a cabecilla de Los Tiguerones en el Cauca

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El cadáver de Diego Armando Guevara Mejía, alias Don Armando, fue encontrado en el sector de El Barranco, en el municipio de Corinto, al norte del Cauca. El hallazgo fue realizado por habitantes de la zona, quienes alertaron a las autoridades sobre la presencia de un cuerpo con evidentes signos de violencia junto a la vía principal. Este hombre, de 34 años y nacionalidad ecuatoriana, era identificado como un importante cabecilla de Los Tiguerones, una organización criminal con presencia en varios países de la región. Las primeras versiones indican que la víctima habría sido atacada en el mismo lugar donde fue encontrada. Sin embargo, se investiga si su asesinato pudo haberse producido en otro punto antes de ser abandonado en esta zona. Peritos forenses realizaron la inspección del cuerpo para determinar la causa exacta de la muerte y el tipo de heridas que presentaba.

Prontuario delictivo

Alias Don Armando tenía un historial criminal extenso, relacionado con delitos de alto impacto como homicidios, secuestros, extorsión, tráfico de drogas y explotación sexual. Las autoridades ecuatorianas lo tenían en la mira por sus actividades delictivas en su país de origen, mientras que en Colombia su presencia había sido detectada en el departamento del Cauca. Su asesinato ha generado preocupación entre los organismos de seguridad, ya que su historial demuestra la capacidad de Los Tiguerones para expandirse más allá de las fronteras de Ecuador y establecer operaciones en otras regiones del continente.

El prontuario de alias Don Armando lo situaba como un hombre de confianza dentro de la estructura criminal, con acceso a redes de narcotráfico y alianzas con otros grupos delictivos. Su papel era clave para la organización, lo que hace que su asesinato sea un hecho significativo en la lucha de poder entre las mafias que operan en la zona.

Los Tiguerones y su expansión en Colombia

Los Tiguerones surgieron en Ecuador como una de las pandillas más violentas y rápidamente se expandieron a países como Perú y Colombia. Según InSight Crime, este grupo mantiene una fuerte presencia en ciudades ecuatorianas como Esmeraldas y Guayaquil, además de controlar parte del sistema penitenciario del país, donde disputan territorio con otras organizaciones criminales como Los Gángsters.

Se estima que la estructura de Los Tiguerones cuenta con entre 4.000 y 5.000 miembros activos, con operaciones ligadas al narcotráfico, la extorsión y los atentados con explosivos. Además, mantienen vínculos con el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los grupos de narcotráfico más poderosos de México. Su crecimiento se ha visto impulsado por las conexiones internacionales y la disputa por el control de rutas estratégicas de tráfico de drogas.

Objetivos en el Cauca

Las primeras investigaciones sugieren que alias Don Armando había llegado al departamento del Cauca con el propósito de fortalecer alianzas con grupos armados ilegales, principalmente con disidencias de las FARC. Su intención sería consolidar acuerdos en el tráfico de drogas y el suministro de armas, aprovechando la presencia de estos actores en la región para fortalecer el control territorial de su organización.

El Cauca se ha convertido en una zona estratégica para el narcotráfico debido a su ubicación y la presencia de cultivos ilícitos. Grupos como Los Tiguerones buscan establecerse en el departamento para aprovechar estas condiciones y expandir sus operaciones, lo que ha derivado en un aumento de la violencia y los enfrentamientos entre estructuras criminales que disputan el territorio.

Investigación en curso

El asesinato de alias Don Armando ha abierto múltiples interrogantes sobre la reconfiguración de las redes criminales en la región. Su muerte podría estar relacionada con una disputa interna dentro de Los Tiguerones o con un conflicto con otros grupos delictivos que operan en el Cauca. Las autoridades avanzan en la recolección de pruebas para esclarecer lo sucedido e identificar a los responsables del crimen.

Mientras se adelantan las investigaciones, el caso refleja la presencia de estructuras criminales transnacionales en el Cauca y su impacto en la seguridad local. La incursión de estos grupos no solo representa un riesgo para la población, sino que también evidencia el interés del crimen organizado por expandir su influencia en zonas estratégicas para el narcotráfico.


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