Las mujeres utilizaron a un menor de edad para intento de hurto
Un insólito y preocupante caso de hurto fue frustrado en las últimas horas en el sector de Bosa Libertad, al sur de Bogotá, cuando dos mujeres, que se hicieron pasar por compradoras interesadas en un apartamento en venta, intentaron robar el inmueble valiéndose de un menor de edad como parte de su estrategia. El hecho quedó registrado en un video difundido ampliamente en redes sociales, lo que provocó indignación ciudadana y reabrió el debate sobre el uso de niños en actividades delictivas.
Las mujeres, una de ellas aparentemente la madre y la otra la abuela del niño de entre 6 y 8 años, agendaron previamente una visita al apartamento en venta. Aprovechando la confianza generada por la presencia del menor, lograron ingresar al inmueble con la supuesta intención de conocerlo. Sin embargo, una vez dentro, adoptaron una actitud intimidante y presuntamente intentaron sustraer pertenencias de la propietaria.
La rápida reacción de la dueña del apartamento fue clave. Logró alertar a las autoridades antes de que se consumara el robo, lo que permitió una oportuna intervención de la Policía. Las dos sospechosas fueron detenidas en el lugar y puestas a disposición de la Fiscalía. Entre tanto, el niño fue remitido al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que evaluará su entorno familiar y tomará las medidas necesarias para garantizar la protección de sus derechos.
Instrumentalización de menores y seguridad residencial
Este caso ha encendido las alarmas de las autoridades sobre un nuevo modus operandi que se estaría presentando en Bogotá, en el que se instrumentaliza a menores para facilitar la comisión de delitos. La presencia de un niño ayuda a desarmar la desconfianza de las víctimas, permitiendo el ingreso a propiedades sin levantar sospechas inmediatas.
Las autoridades hicieron un llamado a los ciudadanos para no bajar la guardia en procesos de compraventa de inmuebles y extremar las medidas de seguridad. Recomiendan siempre estar acompañados, informar a la administración de los conjuntos residenciales sobre las visitas programadas, y no confiar de inmediato en quienes acuden a las propiedades bajo el pretexto de ser compradores.
El uso de menores en estos hechos delictivos no solo agrava la situación legal de los implicados adultos, sino que pone en riesgo el bienestar físico y emocional de los niños involucrados. La comunidad ha pedido mayor vigilancia y presencia institucional para prevenir que situaciones como esta se repitan en otras zonas de la ciudad.
