Capturada y engañada

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La ciudad de Neiva amaneció este sábado en medio de la controversia y la indignación
ciudadana, luego de que la joven ambientalista María Paula Polanía fuera detenida por la
Policía mientras intentaba impedir la tala de un árbol tipo caucho, ubicado en el norte de la
ciudad, que se había convertido en símbolo de resistencia ambiental.
El hecho ocurrió pese a que, apenas una semana atrás, la joven y las autoridades
municipales habían llegado a un acuerdo para suspender la intervención por un plazo de 45
días, tiempo en el que Polanía se comprometía a presentar estudios técnicos que
demostraran la viabilidad de conservar el árbol. Sin embargo, el compromiso no se
cumplió: operarios acompañados por agentes policiales iniciaron la tala la mañana del
sábado, lo que desató la protesta de la activista y de varios vecinos del sector.
Testigos denunciaron que María Paula fue reducida y trasladada en un vehículo policial,
mientras clamaba por respeto al acuerdo y a la causa ambiental. “Lo prometieron
públicamente y hoy nos engañaron. No solo talaron el árbol, también talaron la confianza
ciudadana”, expresó una vecina indignada.
El caso ha provocado una ola de reacciones en redes sociales y entre organizaciones
ambientales, que califican la detención como arbitraria y desproporcionada, además de
señalar una grave falta de coherencia institucional frente a los compromisos ambientales.
Por su parte, defensores del ambiente exigen la liberación inmediata de la joven y una
investigación sobre el incumplimiento del acuerdo firmado. “No se trata solo de un árbol;
se trata de la palabra dada y del respeto por quienes defienden la vida y el entorno urbano”,
manifestó un colectivo ambiental local.
El incidente reaviva el debate sobre la defensa del medio ambiente y la credibilidad de las
autoridades locales, que una vez más quedan en entredicho ante la opinión pública.


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