A responder por la muerte de Wilmar Gerber Lara Solano
Lo que comenzó como una discusión familiar terminó en un crimen que ha generado conmoción en la localidad de Kennedy. El pasado sábado 29 de junio, hacia las diez de la mañana, una pelea en las zonas comunes del Conjunto Residencial Caracol, en el barrio Tierra Buena, terminó con el asesinato de Wilmar Jervey Lara Solano, un hombre de 31 años que recibió una herida fatal con arma blanca.
Según versiones de los vecinos, la víctima fue atacada en medio de una fuerte confrontación por un joven de 16 años, quien estaba acompañado por su tía, Luisa Fernanda Barrera Buitrago, de 28 años. Ambos fueron señalados directamente por los testigos como los responsables del ataque. Tras la agresión, Wilmar fue trasladado en un vehículo particular al hospital de Bosa, pero lamentablemente llegó sin vida debido a la gravedad de las heridas en su espalda.
Detención
La Policía llegó rápidamente al lugar y logró individualizar a los presuntos responsables, quienes fueron detenidos y trasladados a la URI de Kennedy. La Fiscalía General de la Nación asumió el caso y, tras revisar los elementos materiales probatorios, judicializó a los dos implicados por el delito de homicidio agravado. Ninguno aceptó los cargos.La mujer fue enviada a un centro carcelario con medida de aseguramiento, mientras que el menor fue internado en un centro especializado para adolescentes infractores.
La intolerancia sigue cobrando vidas en Bogotá
Este nuevo caso vuelve a encender las alertas de las autoridades sobre la creciente violencia derivada de conflictos de intolerancia. En lo corrido de 2025, Bogotá ya ha registrado 162 homicidios relacionados con riñas o disputas personales, una tendencia preocupante que se repite en localidades como Kennedy y Ciudad Bolívar.
Según la Policía Metropolitana, muchos de estos casos se originan en enfrentamientos por el uso de ropa asociada a pandillas, discusiones por dinero, peleas entre vecinos o violencia intrafamiliar. Las autoridades reiteran la necesidad de fortalecer la mediación de conflictos y el trabajo comunitario para prevenir que diferencias cotidianas terminen en tragedias irreparables como la de Wilmar Jervey Lara.




