Caos vial sin salida

Voceros denuncian el abandono de obras en carretera de la comuna uno.
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El panorama de la carrera 15 en Pitalito se ha convertido en una muestra palpable de la desidia institucional. Desde que se levantó la pavimentación existente, la comunidad esperaba ver avances significativos en la prometida obra de mejoramiento vial. Sin embargo, hoy lo que predomina es un escenario de inconclusión que desangra la movilidad del municipio y afecta gravemente la vida diaria de los ciudadanos.

Roberto Montinel, reconocido líder de la comuna 1, ha levantado la voz en representación de los habitantes y del sector transporte. Asegura que la situación no es solo un problema de estética urbana, sino una verdadera crisis que entorpece la dinámica económica, social y comunitaria de Pitalito. Para Montinel, el abandono de la obra es un reflejo de la falta de planeación y compromiso político con las necesidades básicas de la población.

Movilidad

El sector transporte ha sido uno de los más golpeados. Los conductores de servicio público señalan que el tiempo de recorrido se ha duplicado debido a los constantes trancones y desvíos improvisados. Los vehículos, al verse obligados a maniobrar entre huecos, tierra y tramos intransitables, también enfrentan daños mecánicos frecuentes, elevando los costos de operación.

El desorden vial no solo perjudica a quienes transitan por la carrera 15, sino que se expande como un efecto dominó sobre otras arterias del municipio, generando un caos que cada día se intensifica más. Esta realidad golpea directamente la productividad regional, puesto que Pitalito es epicentro de comercio, transporte y servicios en el sur del Huila.

Impacto en la comunidad

Las quejas de los habitantes van más allá del malestar cotidiano. Comerciantes han reportado disminución en sus ventas por la dificultad de acceso de clientes a la zona. Familias enteras conviven con el polvo, el ruido y la sensación de abandono que genera ver una vía convertida en obstáculo en lugar de solución.

Montinel advierte que la paciencia comunitaria se agota y que, de no haber soluciones inmediatas, se intensificarán las acciones de protesta. Señala además que la administración municipal no puede seguir respondiendo con comunicados ambiguos y promesas vacías, mientras la realidad diaria demuestra lo contrario.

La situación de la carrera 15 pone en evidencia las falencias estructurales de la gestión pública en Pitalito. Más allá de un problema local, este tipo de episodios repercute en la imagen del Huila como territorio con capacidad de planificar y ejecutar proyectos estratégicos.

Si el sur del departamento quiere proyectarse como un eje de desarrollo competitivo, necesita soluciones reales y urgentes. El mensaje de Roberto Montinel resuena como un llamado a la acción: la carrera 15 no puede seguir siendo un monumento al abandono y a la indiferencia institucional.


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